Cuenta el luarqués Pipo Méndez que silba desde que tiene uso de razón. Recuerda su infancia en el céntrico edificio de casa Miranda y cómo disfrutaba con la resonancia de aquel enorme bloque cada vez que subía a su casa (un cuarto sin ascensor). Los silbidos siempre acompañan a este apasionado de la música, que hace unos días sorprendió a sus vecinos valdesanos con su aparición en el programa de Cuatro "Adivina qué hago esta noche". Además, su papel fue clave para que la concursante de aquel programa se llevara a casa 27.000 euros.
El valdesano, que compagina su pasión por la música con su trabajo como pintor, debutó en este show televisivo haciendo una interpretación de una pieza que fusionaba "La muerte tenía un precio" y "El bueno, el feo y el malo", dos de las composiciones del premio "Princesa de Asturias" de las Artes Ennio Morricone, recientemente fallecido. Su elección fue fortuita, ya que el programa se grabó hace varias semanas en Madrid, antes del fallecimiento del compositor italiano.
Fue la propia productora del programa, en busca de talentos ocultos, la que contactó con el trío valdesano "Otus Scops", al que Pipo pertenece actualmente (anteriormente fue solista en el desaparecido "Calcio-20" e integrante de otras formaciones como "BH Rockabilly"). El valdesano les mandó varios vídeos tocando temas compuestos por él, versiones y hasta imitaciones, y nada terminaba de convencerlos, hasta que en uno apareció silbando y les conquistó. "Al final, cantantes hay un montón", admite Pipo.
Aunque el valdesano no se quedó muy satisfecho con su actuación en el programa, pues los nervios le jugaron una mala pasada, admite que tuvo mucha repercusión. "Con el grupo 'Calcio-20' estuvimos cinco años saliendo de madrugada en un programa de Televisión Española, pero no es comparable a esto, en horario de máxima audiencia. Lo vio mucha gente", señala. Eso sí, considera que nadie se sorprendió de su habilidad: "Soy muy versátil, tan pronto toco el bajo en un grupo 'heavy' como canto boleros o hago surf instrumental o música clásica". Y con el silbido, más de lo mismo, pues dice que él va a todas partes silbando y la gente está acostumbrada a verlo.
Eso sí, vista la repercusión está dándole vueltas a la cabeza de cara a preparar un show con el silbido como protagonista. "Me di cuenta de que todos sabemos silbar, pero tocar la guitarra a la vez que silbas no tantos", añade. No obstante, tiene otros frentes abiertos, ya que "Otus Scops" está a punto de sacar su tercer disco.
Cuenta Pipo que se dedica a la música desde niño, algo que heredó de su padre, un gran aficionado. "Con diez años tocaba la tuba en 'La Lira' (la banda de música de Luarca), y luego en la mili estuve de corneta", repasa. Pasó por varios grupos musicales y hasta estuvo en la charanga "El Compango". Hace una década decidió que era hora de tener un título que acreditara su talento musical y se sacó el grado profesional de guitarra en el Conservatorio del Occidente, que está en Luarca, a donde regresó hace unos años. Por cierto, que no desaprovechó el programa televisivo para hacer patria y referirse a su localidad natal como "un pueblo maravilloso".
El silbido, reflexiona, "es un puntazo", una herramienta natural que "dulcifica" las piezas: "Es un instrumento incorporado como la voz y, por ejemplo, con la guitarra acústica encaja perfectamente". Es cuestión de tiempo que Pipo sorprenda con un show específico donde conquiste a su público a silbidos.
