El Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos acordó ayer con la Consejería de Cultura la necesidad de poner en marcha una investigación que determine oficialmente quiénes son los propietarios del mazo de Mazonovo. La instalación está cerrada al público desde el pasado febrero por la decisión de los dueños de paralizar el funcionamiento hasta regularizar la situación del inmueble y firmar un acuerdo de cesión con el Consistorio. El Alcalde santallés, Víctor Lorido, explica que el problema radica en que los dueños "no tienen una documentación clara que acredite la propiedad y en esas condiciones no se puede aceptar una cesión". El Mazonovo, que data del siglo XVIII, es uno de los últimos mazos hidráulicos en activo de Europa y uno de los principales recursos turísticos de la comarca Oscos-Eo.
Lorido, que deja claro que el Ayuntamiento está dispuesto a regularizar la situación del mazo, pero para ello necesita documentación acreditativa, explica que su equipo de gobierno está trabajando "en buscar una solución, pero las perspectivas son complicadas y lentas". Los principales afectados por esta situación son los cuatro ferreiros, que bajo la empresa Ferreiros de Mazonovo S.L.L., se ocupan de la gestión del equipamiento, donde trabajan elaborando piezas y también ofreciendo formación y visitas guiadas. Al frente del equipo está el ferreiro austriaco Friedrich Bramsteidl, que se hizo cargo del equipamiento en 2006 y que lamenta que este lío burocrático les esté haciendo perder parte del verano.
Explica Bramsteidl que han llegado a un acuerdo con parte de los propietarios (el mazo está dividido en cuatro partes con un buen puñado de dueños) para encontrar una solución temporal que les permita salvar parte de la campaña. Ese acuerdo pasa por que los ferreiros contraten un seguro de responsabilidad civil "para que los propietarios no tengan ninguna responsabilidad y nosotros podamos funcionar y trabajar estos meses". No en vano, la decisión de los dueños de cerrar el mazo se debió a las carencias del acuerdo alcanzado en su día con el Consistorio y al temor a las posibles responsabilidades en caso de accidente.
Bramsteidl cree que si nada se tuerce podrán reabrir el mazo al público en cuestión de días. Esgrime también el derecho de uso que los profesionales tienen sobre este espacio que han usado de manera ininterrumpida desde hace catorce años. El ferreiro indica que esta opción del seguro de responsabilidad civil será temporal a la espera de que el Ayuntamiento y la propiedad puedan sellar un acuerdo de cesión en regla que les permita seguir trabajando con todas las garantías.
El alcalde de Santa Eulalia mantuvo ayer en Oviedo un encuentro con la consejera de Cultura, Berta Piñán, y el director de Cultura y Patrimonio, Pablo León, para ponerles al día de este asunto que trae de cabeza al gobierno santallés desde hace meses. Los responsables de Cultura se comprometieron a ayudar al Consistorio a buscar a la persona adecuada para realizar la investigación sobre la propiedad, paso clave antes de firmar un nuevo convenio. "Lo primero es buscar a alguien que entienda y que aclare este asunto; después, sabiendo de quién es el mazo, se pueden buscar varias fórmulas", añade Lorido.
El mazo de Mazonovo es uno de los nueve que existieron en el concejo. Estuvo activo hasta los años setenta y fue rehabilitado en 1993 con fondos del Ceder.
