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Buena acogida de los usuarios a la nueva ubicación del mercado de Tapia

"La gente está respondiendo bien", dicen los ambulantes, que ven adecuado el nuevo sitio para el verano, pero quieren volver al centro en invierno

Colas en uno de los puestos del mercado, ayer, en el barrio de La Corredoira. T. CASCUDO

El mercado de Tapia estrenó ayer nueva ubicación en el barrio de La Corredoira con un lleno absoluto. La colocación lineal de los puestos a lo largo de cuatrocientos metros de las calles Hermanos Pérez Casariego, La Industrial y Doctor Pérez Campoamor gusta en general a usuarios y comerciantes, pues facilita el recorrido y hay más amplitud, aunque estos últimos reclaman que sea solo una ubicación temporal durante el verano y piden el regreso al centro de cara al invierno.

"Al principio me parecía mal, pero ahora me gusta. Está más bonito en esta calle", dice la vendedora de verduras María del Pilar Rodríguez. A juicio de la vendedora tapiega Carmen Méndez la acogida de los clientes es buena: "Me está gustando porque la gente está respondiendo y eso es bueno. Lo único que queremos es trabajar tranquilos y sin molestar a nadie". Lo dice al hilo de la queja manifestada por una veintena de vecinos del barrio, que el viernes mostraron su total oposición al enclave del mercado en esta zona ubicada en las inmediaciones del polideportivo y el área de autocaravanas.

La Alcaldesa tapiega, Ana Vigón, explica que el cambio está motivado por las restricciones del covid-19 y la imposibilidad de encajar al medio centenar de comerciantes en la plaza de Campogrande con todas las garantías. Señala que entiende el malestar expresado por un grupo de vecinos del barrio, pero dice que se trata de una actividad que se desarrolla un día a la semana y durante unas horas. "En general tuvimos buena respuesta y la gente encontró cómoda la ubicación, que se mantendrá a la espera de cómo evoluciona la situación sanitaria", precisa Vigón, que confirma que, aunque hoy se instalaron 48 puestos, tienen nuevas solicitudes de cara al lunes próximo.

Para el frutero ribadense Francisco Díaz, el mercado está ahora mejor organizado, pero cree que sigue siendo mejor la antigua ubicación. "Hoy bien de gente, pero es que estamos en agosto", señala. En general, los comerciantes apuestan por un enclave más céntrico y se quejan de que en esta zona tengan más incomodidades por no tener bares cerca a los que poder ir a tomar algo o al servicio. Otra de las quejas repetidas fue por el hecho de que a muchos no se les permitiera tener el furgón pegado al puesto como ocurría hasta ahora.

"Gente hay, pero los mercados funcionan mejor estando en el centro. Ojalá no nos quedemos aquí para siempre; además, en invierno aquí somos cuatro puestos", señala el comerciante textil Luis Gómez al tiempo que defiende la importante actividad y movimiento que genera un mercado. Con él coincide Alejandro Benaches, que teme al invierno: "Aquí hay más espacio y parece que la gente se acerca, pero también es agosto". A su lado otro comerciante focense que lleva treinta años acudiendo al mercado se queja de la premura con la que se organizó el cambio: "No me notificaron nada previamente, no me dieron tiempo a organizarme y el espacio lo designaron a dedo, y eso está mal".

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