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"Se está humanizando a los perros", alertan en el sector, un nicho de empleo en la comarca

Los profesionales del cuidado canino ven necesarios más recursos como playas o parques y reclaman a los concejos que hagan censos

Laura Touza, con "Trébol", en su refugio canino. T. CASCUDO

La localidad castropolense de Tol cuenta desde este verano con una residencia canina, que permite a la comarca occidental seguir sumando servicios para los amantes de los perros. La veterinaria Laura Touza se animó a emprender convencida de que hay un nicho de mercado por explotar en la zona y con ella coinciden los adiestradores Rocío Vázquez y Borja González, que llevan años trabajando en el Noroccidente y reivindican la necesidad de formar y concienciar a los propietarios de mascotas.

"En muchos casos el problema es que tenemos perros sin tener ni idea y los tratamos como a seres humanos. Se está humanizando a los perros", alertan los profesionales, que ponen sobre la mesa que "siempre es más fácil educar que corregir problemas". En este sentido, recomiendan que antes de tener una mascota lo más importante es informarse y si es posible ponerse en contacto con un educador canino para hacer una mejor selección del animal que se adapte a tu tipo de vida. También defienden la importancia de conocer bien la procedencia del animal y asegurarse que haya tenido una correcta sociabilización en las primeras semanas de vida. "Hay que saber bien de dónde viene, adquirirlo a gente autorizada y con unas condiciones mínimas, no comprarlo por internet en cualquier anuncio", precisa el veigueño Borja González, que lleva seis años como adiestrador y educador canino, un trabajo al que llegó por vocación. Lo mismo le ocurrió a la tapiega Rocío Vázquez, que asegura que su profesión vive un buen momento, sobre todo porque la gente que prueba lo recomienda por los buenos resultados. "Lo más importante es tener un perro educado, porque así puedes ir a cualquier sitio. Si te obedece, se acabaron los problemas", precisa.

Coinciden en que la mayor parte de los problemas de los perros son causados o potenciados por sus propios dueños y de ahí la importancia de asesorarse bien desde el principio y ser consciente de lo que supone tener un animal bajo su cargo. En este sentido, Touza decidió emprender (su residencia se llama "El lugar del perro") para facilitar la gestión de las mascotas en determinados momentos como las vacaciones. También ofrece el servicio por horas.

Los tres están satisfechos con el aumento de servicios caninos en la comarca. También animan a los concejos a apostar por crear recursos específicos como playas para perros o zonas verdes cerradas para poder soltarlos en los núcleos de población, recursos que escasean en Occidente.En este sentido, creen que los municipios tienen trabajo por delante en aspectos como disponer de instalaciones municipales dignas para acoger a los perros abandonados y contar con un censo canino. "Con un mayor control se evitarían abandonos o problemas como la cría ilegal", precisan. Y dejan otra idea en el aire: tener pruebas de ADN de cada perro censado permitiría determinar de quién son las heces que ensucian la vía, un problema en muchas villas.

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