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La guardería no ve pruebas de ataque del oso en Gedrez, que clama por soluciones

"Las vacas no se despeñan solas y el oso estuvo allí comiéndoselas", se queja la ganadera afectada, que tendrá que recurrir a su seguro

Los vecinos de Gedrez, concentrados ayer. D. Á.

La muerte de cuatro vacas y un toro en el monte de Gedrez no es considerada, por parte de la guardería de la Consejería de Medio Rural, obra del oso. Los vecinos del pueblo cangués denunciaron la semana pasada la fuerte presión que están sufriendo por parte del plantígrado en la zona, con numerosas bajas de ganado durante los dos últimos meses y, especialmente, en las últimas semanas de agosto. No obstante, en este caso los animales de la ganadería de Regiene Alves da Silva no constarán oficialmente como muertes por ataque de oso.

La ganadera afectada explica que los agentes concluyeron que no había pruebas suficientes para realizar un informe favorable al ataque de oso y, por lo tanto, no recibirá ninguna compensación de la Administración por esta pérdida y tendrá que recurrir a su seguro privado.

Las reses aparecieron muertas en una zona de difícil acceso en el monte del pueblo, cercana a una fuente donde normalmente acudían a beber. Según el relato de los vecinos y propietarios de los animales, las vacas fueron sorprendidas en la fuente por el oso sin otra vía de escape más que la caída en la que se despeñaron. "Las vacas se espantan con facilidad al ver el oso y el sitio en el que estaban era peligroso", cuenta la ganadera.

En los días posteriores, los animales muertos se convirtieron en el alimento del oso. Incluso varios vecinos que acudieron a la zona para recuperar los cencerros que llevan al cuello las vacas se encontraron de frente con el plantígrado. "No sé qué pruebas necesitan para certificar el ataque, las vacas no se despeñan solas y el oso estuvo allí comiéndoselas", lamenta.

Como la Consejería no pagará los daños, tendrá que recurrir a dar parte a su seguro, pero explica que le supondrá una subida en la cuota a pagar por lo que al final acabará poniendo de su bolsillo el coste de sus vacas y toro. Por ello reclama alguna solución, por ejemplo que se cierren las zonas más peligrosas del monte para evitar este tipo de accidentes.

Soluciones que reclaman asimismo los vecinos del pueblo y el resto de la parroquia, que también han sufrido pérdidas de animales debido a ataques de oso, entre ellos ovejas que se encontraban en fincas del pueblo e incluso dentro de una cabaña a la que el oso pudo acceder levantando unas tablas. Ante este panorama, los vecinos afectados se reunieron el pasado viernes para abordar el problema que tienen con la fauna salvaje y acordaron solicitar al consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, que visite la zona para que pueda conocer la problemática "in situ".

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