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Allande, cuna de científicas

"Puedes ir de Pola al cielo", señalan Beatriz Pérez, Lucía González y Ana Rosa Linde, que ligan su vocación al contacto local con la naturaleza

Por la izquierda, Ana Rosa Linde, Beatriz Pérez y Lucía González, en Pola de Allande. D. ÁLVAREZ

Vivir en una zona rural, en pleno contacto con la naturaleza, puede haber sido lo que despertara la curiosidad científica de tres vecinas del concejo de Allande. Así al menos lo ve Ana Rosa Linde, bióloga, que realizó su doctorado en Japón y ha trabajado en diferentes países del mundo especialmente vinculada a las enfermedades infecciosas y desatendidas, estando en la actualidad trabajando en la Fundación Getulio Vargas, en Río de Janeiro (Brasil).

Para Lucía González, ese vínculo con la montaña, la naturaleza y, sobre todo, con el cielo despertó su curiosidad, preguntándose desde niña por el origen de las cosas. Lo que la llevó a estudiar Física en la Universidad de Oviedo y a estar actualmente desarrollando su doctorado en Astrofísica, centrado en el estudio de los exoplanetas, en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

Física también fue la carrera elegida por Beatriz Pérez, que siempre quiso buscar una explicación a lo que veía. Realizó su doctorado en la Universidad de Murcia en la investigación de nuevos materiales con nanopartículas, pero con la llegada de la crisis económica y la reducción de la inversión para investigación, le tocó reinventarse y apostó por emprender creando la bodega Vidas dentro de la Denominación de Origen Protegida Vino de Cangas.

"No fue una decisión propia el dejar la carrera científica, fueron las circunstancias de la vida", apunta Beatriz Pérez, que cree que en España las mujeres "tenemos que escoger muchas veces entre la vida personal y la carrera científica".

Los datos reflejan que en ciencia el 40 por ciento son mujeres, aunque la cifra disminuye si se hace el cálculo en los puestos permanentes y de responsabilidad. La fuerte competitividad en este campo y los problemas de conciliación son claves. "Estás compitiendo con los hombres, y si te casas y decides tener hijos cuando estás estableciendo tu carrera te retrasa; es un comportamiento internacional, al final uno tiene que sacrificarse y generalmente es la mujer", explica Ana Rosa Linde.

Lucía González aún no tiene claro si una vez finalice su doctorado seguirá en investigación, pero ve que en este campo todavía hay sesgos: "A los hombres se les presupone la excelencia y confianza, mientras que las mujeres debemos hacer un doble esfuerzo para demostrarla".

Para ellas la ciencia es una parte muy importante de la vida y ven muy necesario que se valore más a los científicos. De hecho, lamentan que en España se haga un gran esfuerzo para formar a profesionales que luego no tienen la oportunidad de desarrollarse profesionalmente en el país y deben irse. También destacan la importancia de la divulgación, para acercar la ciencia a la sociedad.

"Los científicos llevamos años trabajando, avisando del cambio climático, y todavía hay quien lo niega, así que la divulgación es fundamental para que la gente sepa cuál es la realidad en la que vivimos para hacerles partícipes", expone Lucía González.

En este sentido, Ana Rosa Linde coincide en que la ciencia tiene que generar más confianza en la sociedad, sobre todo, ahora con la pandemia. "Hay una falta de comunicación muy grande, de saber trasladar un mensaje, y eso hace que la gente ya no se crea nada", subraya.

Asimismo, hacen hincapié en la universalidad de la ciencia: "No tienes fronteras, puedes ir de Pola de Allande al cielo".

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