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El abandono corroe el polígono de Valdredo

El área, "la Perlora industrial de Cudillero", tiene naves abandonadas y saqueadas, grandes cantidades de suciedad y caminos sin desbrozar

Escombros y vegetación tirados junto a una nave. A. M. S.

El polígono industrial de Valdredo es, para los habitantes del pueblo, "la Perlora" de Cudillero. La asociación vecinal compara esta área, llamada a revitalizar el concejo y sumida en un abandono absoluto, con la antigua ciudad de vacaciones del concejo de Carreño, antaño un hervidero de veraneantes y negocios durante el verano y ahora en absoluta decadencia.

Hecho por fases, el polígono de Valdredo llegó al concejo en 2001 con una promesa: atraer empresas y generar riqueza a través de puestos de trabajo. "Hoy queda poco de esta promesa; sería bueno para el municipio y para el pueblo hacer algo pronto, antes de que esto se convierta en una ruina total", dice el vocal del colectivo que reúne a los vecinos de Valdredo, Víctor Fernández.

Basta llegar a los accesos del conjunto para vivir el abandono: vegetación abundante en los extremos de los caminos, naves abandonadas y saqueadas, suciedad y escasa actividad. "Si este tipo de complejos funcionaran, se podría fijar población en la zona rural, donde se necesita mucho", lamenta Fernández, quien recuerda los tiempos "buenos" en los que el polígono de Valdredo funcionaba a pleno rendimiento y empleaba a centenares de trabajadores.

Hoy en día, de las diez naves, hay cinco funcionando. Una (antes de la conocida firma Prefabricados de Cudillero, Precusa) está en manos del grupo Papier Mettler; otra se dedica a la compraventa de marisco; hay una lavandería industrial, un taller de cerrajería y un almacén de madera. El resto de espacios, algunos con grandes naves, están cerrados a cal y canto y han sido desvalijados. La maleza ha cubierto parte de los accesos a estos que fueron espacios de trabajo y en interior se puede ver claramente la falta de interés y de mantenimiento por parte de los propietarios: algunas ventanas lucen sin cristales, hay grandes almacenes sin puerta y al aire libre se pueden ver hasta sillas de despacho tiradas.

Los vecinos entienden que las naves son privadas, pero lamentan que el área que estaba llamada a ser un polígono industrial sea hoy un foco de suciedad. Cuentan que no hay enganche a la depuradora, que sí se llegó a construir, y que sobre las propiedades pesa un expediente "complicado porque no sabe muy bien cómo están ordenadas ni cómo está catalogado el suelo".

Lo cierto es que pocos años después de ponerse en marcha el Ayuntamiento de Cudillero mantuvo varias discrepancias con la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA) por la catalogación del suelo y por una ampliación que no aceptaba el Principado. Las diferencias de criterio llegaron incluso a los tribunales, que dieron la razón del ejecutivo regional.

En la actualidad, el gobierno municipal, del PSOE, piensa en soluciones para esta complicada herencia de otro ejecutivo socialista anterior. Según el regidor, Carlos Valle, "al llegar al Ayuntamiento nos encontramos un polígono de Valdredo con muchas carencias a todos los niveles, pero sobre todo administrativas; nos resultaba difícil hasta conceder una simple licencia de apertura".

El regidor detalla que hace unos meses aprobaron en un pleno varias medidas "para poder relanzar y darle una visión de recuperación de la zona". El objetivo es, primero, ordenarlo, "de tal forma que por fin adquiera todas las garantías para ser un área industrial competitiva". El ejecutivo local confía, además, en la reunión que mantendrá con un grupo empresarial el próximo mes de octubre. Se trata de pensar en "una posible apuesta por la nave de la antigua empresa Armanorte". "Es un reto difícil, pues en su día no se siguió ningún tipo de rigor administrativo, pero estoy seguro de que a lo largo de los próximos años podremos avanzar sobre el tema", añade Valle, quien recuerda que el gobierno ya prestó ayuda a empresas que pretenden iniciar de nuevo su actividad en el polígono, como la empresa que se dedicaba a la cocina vaqueira.

"Había un expediente paralizado que hemos conseguido desatascar", destaca Valle, quien se muestra abierto a que el Ayuntamiento ofrezca asesoramiento. Este diario trató, sin éxito, de ponerse en contacto con los propietarios de esta firma de comida para conocer su impresión sobre el polígono de Valdredo.

Desde la Autovía del Cantábrico, el polígono destaca por sus grandes naves. La más cuidada está en manos de Papier Mettler. Se encuentra a la derecha si se viaja en sentido a Oviedo. A la izquierda se pueden observar terrenos poco cuidados y llenos de maleza, donde, según los vecinos, algún emprendedor intentó levantar una nueva nave, aunque no lo logró por problemas administrativos.

En un conocido portal inmobiliario también hay mención al polígono: se oferta un espacio industrial de 5.585 metros cuadrados en venta por 1,3 millones de euros. En el pueblo esperan por una pronta solución antes de que el conjunto "caiga en el olvido y en ruina".

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