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Las bicis paran el tráfico en Mernes

Las bicicletas pintadas y adornadas colocadas a lo largo de la carretera, atractivo del pueblo de El Franco: "Se detienen a sacar fotos y todo"

Las bicis paran el tráfico en Mernes

"Los coches pasaban antes como centellas y ahora van despacín. Esto es mucho mejor que los badenes", bromea Clara Martínez sobre la atracción que ha estrenado este verano Mernes, el pueblo franquino donde reside. Su vecino Julio César García tuvo la idea de llenar la localidad de bicicletas antiguas de colores que se están convirtiendo en atractivo turístico de esta localidad, pegada a Viavélez y mucho menos conocida.

Cuenta García, que es concejal de Deportes en El Franco, que copió la idea de Novellana (Cudillero), donde llevan años llenando el pueblo de bicicletas decorativas. En la localidad pixueta la idea también fue importada por una vecina, en este caso desde Salamanca, y ya tienen sobre cincuenta. Al edil franquino le gustó mucho la iniciativa y pensó que era buena idea para decorar Mernes. Ya tiene quince instaladas y otras dos pendientes de la mano de pintura que las deja listas. Además, no para de recibir ofrecimientos para acercarle nuevas bicis, así que todo apunta a que el proyecto crecerá y ya hay quien lo anima a llegar a Viavélez.

"Las limpio un poco, las pinto y les coloco el tiesto con la planta", precisa el edil, que confiesa que el mayor gasto es la pintura. En total, gasta unos veinte euros por bicicleta. Aun así, está encantado con la respuesta vecinal, pues todos están contentos y colaboran en el cuidado de las plantas. La idea está colocando en el mapa a Mernes, un pueblo de una docena de casas y una treintena de vecinos.

"A la gente le gustan mucho, paran a sacar fotos y todo. Antes iban de paso, pero ahora paran. Julio no pudo tener mejor idea, todavía hay pocas bicis", dice entre bromas Fernando Bedia, más conocido por Fernando de Farruquín. Su bici es una de las que forman parte de esta singular colección y tiene historia. No en vano, hace unos veinte días iba a La Caridad cuando tuvo un accidente con una moto que a punto estuvo de costarle la vida. "Atravesé la carretera y no vi que venía una moto. Tengo veinte días, porque ese día volví a nacer", señala.

La bicicleta con la rueda totalmente doblada por la colisión que sufrió está ahora colocada en la finca frente a su casa y lleva su nombre. Es la única identificada y Julio César ya piensa en que podría ser buena idea añadirles alguna identificación a las demás, porque de todas sabe su procedencia e incluso parte de su historia. Todos los ejemplares son antiguos, algunos con cincuenta años.

Además de los vehículos, el franquino ha colocado unas señales con los lugares más próximos a Mernes para orientar a los peregrinos que cruzan el pueblo. "Siempre te paraban para preguntar alguna dirección y así les ayudas", precisa.

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