La fiesta de Nuestra Señora de Los Remedios, la multitudinaria romería de Porcía, se vivió ayer en la intimidad. Apenas una veintena de personas se acercaron a la capilla de la Virgen para seguir a mediodía la misa en su honor. Los vecinos de El Franco y alrededores respetaron a rajatabla las recomendaciones de los organizadores, que pidieron evitar aglomeraciones en el entorno, por lo que no fue necesaria la intervención de las fuerzas de seguridad que vigilaron los accesos al campo de La Alameda.

"Da pena bajar y ver esto tan vacío", señalaron ayer Alberto Arias y Beatriz Fernández, rememorando años pasados en los que el día 8 se celebraba por todo lo alto. Tampoco se olvida la tapiega María Esther Fernández, que desde que tiene uso de razón no se pierde la romería: "Aquí tengo muchos recuerdos, es una tradición de toda la vida y hay que seguir". La cancelación de la fiesta deja en la zona un sentimiento de tristeza compartida y el convencimiento de que vendrán años mejores y seguirá la fiesta en la mágica alameda.