El cine Goya de Luarca tal y como era hasta la fecha ya es historia. La empresa adjudicataria de las obras de demolición de una parte del edificio acaba de empezar los trabajos, que dan cumplimiento a una sentencia judicial.
De momento, las tareas para demoler una parte del conjunto (que se rehabilitó con una inversión estimada de tres millones de euros) han empezado por el interior, razón por la que los viandantes no observan movimiento desde la calle. La concejala de Urbanismo, Sara Fernández, explica que primero se retirará todo el mobiliario que puede tener otra vida, como todo lo dispuestos en los aseos, para más tarde empezar la demolición tal y como prevé la sentencia. Es decir, se tienen que derribar los aseos, las escaleras que comunican las plantas, la zona dedicada a oficinas y el espacio que ocupaba la cafetería. En metros cúbicos, 2.400, según detalla la edil, quien asegura que la obra no concluirá antes de finalizar el año.
El gobierno estudia dedicar el espacio resultante a uso cultural, si bien no están definidas las posibilidades. "Tenemos que decidir cómo redistribuir el espacio resultante", detalla Fernández. La actuación dejará más claridad en la calle Nicanor del Campo y también un edificio con plantas sin comunicar salvo para casos excepcionales. Fernández detalla que se habilitará una escalera exterior, una mera "solución técnica para cuestiones puntuales", que no podría utilizarse para los usos propios del edificio. La puesta a punto del cine Goya de Luarca empezó en 2007, con su compra por parte del Ayuntamiento. Una demanda marcó su futuro. Tras un largo proceso judicial, la última sentencia, firme, dio la razón a las demandantes.
