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Los ferreiros de Mazonovo salvan el verano y seguirán activos hasta Navidad

"Estamos muy contentos", dicen los responsables del mazo, en los Oscos, con 1.075 visitantes en agosto, el primer mes abierto este año

La herrera Paz Prieto, guiando una visita el pasado agosto en el mazo. T. CASCUDO

El mazo de Mazonovo, uno de los recursos turísticos más visitados de la comarca Oscos-Eo, recibió en agosto 1.075 visitantes, solo cincuenta y tres menos que el mismo mes de 2019. La cifra tiene especial mérito ya que, la decisión de los propietarios de cerrar a principios de año la instalación hasta firmar un nuevo convenio con el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos, hizo que los ferreiros que gestionan el mazo viesen peligrar las visitas guiadas del verano, la mejor época del año. Con todo, firmaron un seguro de responsabilidad civil y reabrieron al público el 28 de julio, logrando salvar el mes de agosto.

"Estamos muy contentos", señala el ferreiro Friedrich Bramsteidl que capitanea la empresa Ferreiros de Mazonovo S. L. L., encargada de gestionar este mazo del siglo XVIII que constituye uno de los últimos mazos hidráulicos en activo de Europa. Aunque inicialmente plantearon una apertura limitada hasta el 15 de septiembre, han decidido prolongar las demostraciones y seguirán abiertos hasta Navidad (cierran los domingos por la tarde y el lunes).

Su idea es cerrar el mes de enero y reabrir en febrero, cuando esperan que ya se haya regularizado la situación del mazo. "Esperemos que se arregle un nuevo contrato en condiciones y poder seguir trabajando", reconoce Bramsteidl, que se ocupa de Mazonovo desde 2006. Y es que, los propietarios del mazo (está dividido en cuatro partes con un buen puñado de dueños), decidieron a principios de año impedir el uso del equipamiento hasta renovar el convenio con el consistorio. Consideran que el documento actual es muy deficiente y temen posibles responsabilidades en caso de accidente.

Del otro lado está el gobierno local, que, desde el primer momento, se mostró abierto a negociar con los propietarios y buscar una solución. El principal escollo es que la propiedad no está clara, lo que impidió sellar un nuevo acuerdo y llevó al consistorio a poner en marcha una investigación. "Está en manos de un abogado, pero nos estamos encontrando con dificultades a la hora de esclarecer la propiedad y eso es lo que dificulta llegar a un acuerdo", explica el Alcalde, Víctor Lorido. Si no se llega a clarificar en manos de quién está la propiedad, el procedimiento para regularizar la situación del mazo se ralentizaría.

"Queremos dar pasos seguros y que lo que hagamos vaya bien, para una temporada y no para salir del paso", defiende Lorido, que es consciente de la relevancia que tiene este espacio para el concejo. No en vano, junto al museo de Sargadelos, constituye uno de sus alicientes turísticos.

Los 1.075 visitantes que pasaron por el mazo en agosto ponen de relieve el tirón turístico que tuvo la comarca este verano atípico. "El verano fue bueno porque además sorprendentemente libramos sin contagios. Hubo bastante gente y los negocios funcionaron casi al cien por cien la mayoría", señala el Alcalde santallés, satisfecho con los resultados.

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