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Las charangas, resignadas a perder el Carnaval, ponen sus esperanzas en 2022

Muchos grupos están parados, pero dispuestos a improvisar algo si finalmente hay celebración

En esta época del año, los grandes grupos de la comarca que participan en los desfiles de Carnaval estarían trabajando a pleno rendimiento para tener a tiempo los diseños y las coreografías con los que conquistar al público. Sin embargo, la crisis del covid-19 también amenaza el Antroido o Antroxu, así que los grupos y las charangas ya piensan en 2022.

El grupo de baile "Marta y Miguel", con sede en Valdés, ya piensa en 2022. Su portavoz, Marta Rodríguez, asegura que no se puede trabajar en una coreografía, como es habitual en su grupo, "si no hay certezas sobre los desfiles". "Tal vez hagamos algo sobre la marcha si se organiza finalmente algo", dice. Rodríguez destaca, además, que en Luarca, como en otras villas, el Ayuntamiento ha decidido suspender las actividades "y la gente no está pensando en el disfraz como otros años".

La charanga "A Marea" de Tapia ya anunció hace semanas que no desfilará el próximo Carnaval, aunque decidió seguir trabajando de cara a la fiesta de 2022. "No vamos a salir porque no queremos arriesgar, pero seguiremos trabajando y ensayando, siempre que la situación sanitaria no empeore", precisa la presidenta del grupo, Marta Estévez. El grupo "El Campillín", de la parroquia tapiega de Campos y Salave, está sin planes para empezar a trabajar. "No tenemos pensado hacer nada, o esto cambia mucho o creo que está descartado", precisa Yolanda Fernández.

También tiene pocas esperanzas el grupo tapiego "Os mismos de sempre". "Tengo claro que no va a haber Carnaval, aunque es una pena porque sirve de terapia para el invierno", precisa la presidenta, Isabel Cuervo. Sin embargo, si finalmente la situación mejorara, el espectáculo "Fiesta en el infierno" que estrenaron con gran éxito el pasado febrero estaba pensado para dos años, ya que en el segundo suelen buscar desfiles alternativos.

Con Cuervo coincide Mariví López, portavoz del grupo castropolense "Os de Barres", tocado por la reciente pérdida de su compañero José Manuel García, "Molina": "En estos tiempos en los que se pierde mucha relación con los vecinos, el Carnaval ayudó al pueblo a hacer piña y a conocernos más". En Castropol, la charanga "Éramos poucos" ya ha tomado la decisión de no salir. "No nos podemos juntar porque somos mucha gente y además tenemos integrantes de otras comunidades como Galicia, lo que dificulta más todo", precisa la presidenta del colectivo, Raquel Carbajales.

En la charanga veigueña "A Folixa" no han tomado por el momento una decisión definitiva. "Trabajando estamos, pero no al ritmo de otros años. Creemos que no habrá Carnaval", apunta Arantxa Fernández.

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