La planta de tratamiento de purines de Navia, que en los últimos meses estuvo sin actividad e inmersa en movilizaciones por los impagos a la plantilla, ya tiene horizonte. La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, visitó ayer la instalación de la mano de Central Lechera Asturiana, la empresa con la mayor parte del capital de la firma que explota la planta, Biogastur.

Según Roqueñí, "la instalación tiene todos los permisos ambientales en regla y puede empezar a funcionar". Quedan por resolver varios problemas con los digestores. Una vez solucionados, se empezarán a recoger los purines de las explotaciones ganaderas del Occidente para extraer el metano y producir energía.

La planta estuvo parada varios meses. Según la viceconsejera, se trató "de meros problemas empresariales" que poco o nada tienen que ver con la instalación en sí ni con su funcionalidad. De hecho, Roqueñí destacó el valor para Asturias de esta industria, que genera energía a partir del gas metano de los purines. "Esta es la apuesta del Principado en gestión de residuos", indicó, si bien en este caso el proyecto y su gestión es privada.

En todo caso, es ejemplo para otras zonas de Asturias y así lo cree la viceconsejera, quien invitó a copiar el proyecto en otras zonas de concentración ganadera. "Ahora que la normativa ambiental no permite extender los purines como antes, esta es una buena forma de eliminar un problema", dijo. Además, destacó que con el purín que desechan las ganaderías se genera energía verde que se puede vehicular a través de gasoductos, "desplazando al gas proveniente del petróleo". Por su parte, el Alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, informó de que los problemas relacionado con el impago de nóminas a los 14 trabajadores "están superados".