La labor de José María Naveiras Escanlar, más conocido como Pepe el Ferreiro, "no es cuestionable", señaló ayer el director del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), Ramón Rodríguez. Como tampoco lo es la creación de un museo etnográfico de la importancia del grandalés, que "es toda una hazaña". "Su aportación a la cultura asturiana es importantísima", añadió.
Rodríguez se pronunció en estos términos tras asegurar el alcalde de Grandas de Salime, Eustaquio Revilla, que no nombrará hijo predilecto del concejo al fundador del Museo Etnográfico. El regidor aseveró además que el fallecido no merecería el otorgamiento de tal distinción porque su conducta "no fue siempre intachable".
El director del RIDEA, que incide en que el suyo no se trata de un pronunciamiento "político", no fue ayer la única voz que se alzó desde el ámbito académico en defensa del trabajo de Pepe El Ferreiro en favor de la cultura. El arqueólogo Ángel Villa, muy ligado a la zona por sus estudios de los castros, también prefiere no valorar las palabras del Alcalde, pero sí destaca que la labor de "Pepe el Ferreiro es un hecho y se puede ver". "Lo demás, son polémicas ahora innecesarias", apunta. El respaldo a su figura por la creación del museo y por el hecho de mantenerlo y enriquecerlo durante décadas, es, además, "unánime en Asturias y fuera de nuestra comunidad". "Su trabajo será visible y perdurará", concluyó Villa.
Si bien ni la actual directora del Museo Etnográfico de Grandas ni el director del Museo del Pueblo de Asturias, Juaco López, quisieron valorar ayer las consideraciones del regidor, vecinos, colectivos y formaciones políticas del municipio fueron muy tajantes.
El partido político promotor de la iniciativa, Grandaleses Independientes, lamentó las palabras de Eustaquio Revilla. "Quién fue Pepe se sabe; quién es el alcalde de Grandas no todo el mundo lo sabe", dice la portavoz de la formación, Idima López. "Para la concesión del título de hijo predilecto no es necesaria la condición de 'intachable', subraya López, quien añade que, según establece el Reglamento de Honores y Distinciones municipal, este nombramiento "está encaminado a premiar especiales merecimientos, cualidades y circunstancias singulares que concurran en los galardonados, personas físicas o jurídicas". "Una circunstancia que, salvo interpretaciones delirantes, se dan sobradamente en la figura de 'Pepe el Ferreiro'. Así pues, invitamos al regidor a leer la normativa antes de seguir diciendo mentiras, porque afirmar que el fundador del museo no quería tal distinción es simplemente una estupidez", señala.
Sobre el hecho de que el Alcalde haya asegurado que Pepe El Ferreiro no quería recibir un premio de su mano, Idima López advierte de que "en ningún caso consta que haya expresado tal cosa y menos aún a él, con quien la relación no era muy fluida, por lo que resulta inverosímil que le haya confesado algo así", concluye.
A pie de calle, son pocos los vecinos que quieren hablar sobre el asunto. Lo dice Rosa Mojardín, quien es presidenta de la asociación cultural "El Carpio". Ella se expresa sobre el asunto a título personal y no como portavoz. En su opinión, "'Pepe el Ferreiro" sí se merece un reconocimiento de este calado. "Cuando se nombra a un hijo predilecto es por aquello que destacó en lo profesional y creo que, en este sentido, sobre la trayectoria y hacer del fundador del Museo Etnográfico no hay dudas", indica. "Lo que dejó en Grandas, lo que se molestó por el pueblo y por la cultura rural asturiana es de sobra conocido y reconocido", explica.
A juicio de Mojardín, no se debería entrar "en asuntos personales" para decidir quien opta o no a ser hijo predilecto. "Es como si juzgaran a Severo Ocho por su vida personal no por sus hallazgos ni méritos; a todo el mundo le parecería raro", opina.
La enemistad entre el alcalde de Grandas de Salime y el fallecido director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime es pública. José María Naveiras fue cesado de su cargo en 2010. Tras mucha polémica y un proceso judicial su despido fue considerado improcedente. Falleció hace unos meses, el pasado junio, en el pueblo de su esposa, tras una larga enfermedad. Algunos fieles a su obra creen que el reconocimiento debió organizarse en vida.
