Los cuatro nuevos parques eólicos del Occidente asturiano que se instalan en la actualidad en sierras de Navia, Tineo, Valdés y Villayón podrán suministrar energía a 104.000 hogares al año a partir de la próxima primavera, convirtiéndose en conjunto en el complejo eólico más grande del norte de España. La empresa que desarrolla estos proyectos (Iberdrola) instalará 49 aerogeneradores, la mayor parte en Villayón, de una potencia total de 130 megavatios. De momento, hay ocho en pie. Todos empezarán a funcionar entre los meses de febrero y mayo.
En el Occidente asturiano, Iberdrola desarrolla una de sus grandes apuestas con 100 millones de euros de inversión y capacidad para generar 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Aquí han encontrado "experiencia y viento", indicó ayer el director de Negocio de Renovables de la firma, Julio Castro, quien destacó que el parque eólico de El Segredal, en Villayón, lleva activo una década. "Trabajar en Asturias es acogedor", destacó Castro en una visita a la zona de acopio de materiales, en Navia.
La empresa invitó ayer a los responsables de la Consejería de Industria del Principado a conocer la obra. El consejero, Enrique Fernández, destacó la importancia que estos desarrollos tienen para Asturias. Por una parte, la comunidad autónoma es capaz de generar energía "limpia, ilimitada y gratuita". Por otra, las empresas que hacen posible esta obra se nutren de tecnología asturiana, "y eso permite a esta región generar músculo, conocimiento y capacidad industrial", indicó Fernández, que acudió acompañado por la directora general de Energía, Minería y Reactivación, Belarmina Díaz, y se interesó por las obras que se hacen de forma simultánea en cuatro concejos del Occidente asturiano.
Para el consejero de Industria esta forma de producir energía "es la apuesta europea, española y, por tanto, asturiana". Fernández destacó que en la carrera por la producción de energía limpia Asturias piensa incluso en la instalación de eólicos en el mar. A este respecto, el consejero se mostró optimista, si bien desde Iberdrola ven más complejo este desarrollo en España. Según Julio Castro, la plataforma continental española cae a una milla de la costa ,a 700 metros de profundidad de media.
Es por ello que se necesitarían plataformas flotantes para las torres y, por tanto, una obra más compleja y costosa que en otros lugares donde esta plataforma no están tan profunda y no hay tantas corrientes ni marejadas.
En cuanto al cierre de la térmica de Lada, el consejero apuntó que habrá "compensaciones" en los territorios afectados por la pérdida significativa de empleo. No concretó en qué se materializarán estas "compensaciones", si bien dijo que se necesita entablar un diálogo y desarrollar un plan con otros agentes.
El desarrollo eólico del Occidente es único en el norte de España y requiere de un complejo plan logístico para poder desplazar el material para levantar torres de entre 80 y 90 metros de altura y palas de 57 metros.
Al desplazamiento de las grandes piezas afectan las "angostas curvas", en palabras del portavoz de Iberdrola en la visita de ayer. Los materiales tienen que pasar por curvas de 180 grados "y los equipos deben sobrevolar el barranco". Tampoco la meteorología ayuda. El viento que se desea aprovechar afecta a la instalación de las torres y también la niebla, que a veces impide ver al equipo técnico. En primavera todo estará en marcha, según apuntó la empresa.
