La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Monasterio de Corias saca el primer vino con denominación de origen de la finca “La Zorrina”

La bodega pone en el mercado 700 botellas con la producción exclusiva de este singular viñedo, que acumula más un siglo de historia

Benjamín Alba, junto a Andrea González, trabajadora de la bodega, en la viña “La Zorrina”, con una botella del vino elaborado con su producción. | D. Á.

La viña conocida como “La Zorrina”, situada en el pueblo cangués de Corias, ha dado su primer vino dentro de la denominación de origen protegida Vino de Cangas. La bodega Monasterio de Corias ha sido la encargada de convertir la producción de uva de esta reconocida finca en un crianza que ha salido a la venta este mes, con una edición limitada de 700 botellas.

“La Zorrina” es un pedazo de historia del viñedo cangués. Lleva dando uvas más de un siglo y es el fiel reflejo de la dureza del trabajo de cultivar la vid en la zona. El terreno tiene un 70 por ciento de inclinación, pero lo que más llama la atención es la disposición de las plantas cubriendo la ladera. Como si fueran jardineras, pequeños muros de piedra van marcando calles a lo largo de toda la finca para dar sujeción a las cepas.

“Es una finca tan inclinada que para poder hacer esas calles se hacen muros por toda la ladera, se rompía la roca de pizarra blanca y se iban haciendo los pequeños muros que se rellenaban de tierra y arena para plantar la cepa”, explica Andrea González, responsable de enoturismo de la bodega.

Para Monasterio de Corias estaba claro que lo especial de esta viña debía de trasladarse a un vino hecho solo con su producción. Andrea González explica que a la calidad de la uva de cepas viejas se une en este caso “el valor etnográfico y cultural del viñedo que se conserva” y que el objetivo era conseguir que “el terruño de esa viña se viera reflejado en una botella, sin mezclar con otros aunque fueran también viejos, porque es única”.

Documento de 1892

El primer documento escrito sobre esta finca data del 6 de marzo de 1892, cuando se produjo una transacción entre hermanos: Edulfa Pardo Jiménez vende a su hermano Juan la finca por 45 pesetas. La bodega ha querido contextualizar esa parte de su pasado con un hecho de la historia universal, como es que en ese mismo año, en Estados Unidos, Thomas Edison estuviese patentando el telégrafo de dos vías.

El viñedo se mantuvo dentro de esta familia de Corias hasta que, en 2017, su propietario Enrique Avello decidió cedérsela al empresario tinetense y gran amante de la vitivinicultura Benjamín Alba.

“Enrique estaba muy triste porque veía cómo, después de estar toda su vida su padre y él cuidando ese viñedo, no estaba como le gustaría verlo y quería recuperarlo, así que me puse al frente de rehabilitar la viña sin saber qué iba a dar. Recuperamos las plantas y también las paredes para mantenerlo como era en su origen”, explica Alba. Un trabajo que su amigo le recompensó poniendo a su nombre la viña.

“La viña a mí solo me costó repararla y me siento orgulloso de haberlo hecho. Es un viña que debíamos recuperar. Luego el éxito de ‘La Zorrina’ le pertenece a la bodega Monasterio de Corias, que es la que hace los buenos caldos”, señala Alba, que asegura que la inversión en viñedos es alta, pero para él tiene premio: “La satisfacción que sientes cuando abres una botella de vino no tiene precio”.

Carrasquín, verdejo negro y albarín negro son las variedades que conforman el vino de la finca “La Zorrina”, ya que, como es habitual en los viñedos más viejos, se mantienen plantaciones plurivarietales, frente a las monovarietales de las fincas más modernas.

Compartir el artículo

stats