“Es como la noche y el día”. La opinión es del abogado Enrique d’Aubarede y refleja lo que ayer pensaron muchos de los profesionales que, por razones laborales, visitaron la nueva sede judicial de Luarca. El edificio que a partir de ahora prestará servicio como Juzgado de primera instancia e instrucción abrió sus puertas después de décadas de reivindicaciones por el mal estado de la sede anterior, con espacios reducidos, mobiliario deteriorado y problemas de accesibilidad.
La jueza Marta Huerta fue la encargada de mostrar la “satisfacción” y “alegría” de los trabajadores y, con toda probabilidad, de los usuarios. “Es un cambio esperado, se da un gran paso”, dijo del traslado. “Todo el mundo conocía las instalaciones donde se prestaba hasta la fecha el servicio, en un piso de Luarca con difícil accesibilidad”, recordó.
Esa ubicación causaba problemas en el quehacer diario. Huerta señaló ayer dos de ellos, ahora ya superados, y muy humanos: trabas para poder tomar declaración y para que pudieran acceder al Registro personas con limitaciones físicas. Además, la pandemia complicó las cosas. “Al ser un piso de circuito cerrado, era imposible cumplir con la distancia de seguridad”, destacó la jueza, poniendo de primer ejemplo su periplo personal. “Para llegar al despacho tenía que pasar por la sala de procuradores o por la sala de vistas”, contó.
Con la nueva sede judicial, un edificio cuya obra civil concluyó en primavera, se estrenan servicios comunes en cualquier Juzgado que se precie, pero hasta la fecha inexistentes en la sede de Luarca. Por ejemplo, hay calabozos para los detenidos y también una puerta diferente para acceder a ellos. De tal forma que el arrestado entra por una puerta que comunica directamente con la celda sin transitar por la entrada principal. “Se garantiza la privacidad”, añade a este respecto Marta Huerta.
La nueva sede judicial también tiene ascensor y dispone de sala forense y de reconocimiento. “Estamos encantados”, dijo la jueza titular, quien también respaldó el cambio de ubicación, del centro de la capital valdesana a Villar de Luarca, “porque hay amplio aparcamiento, además de las plazas reservadas” para la labor judicial.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Jesús María Chamorro, también manifestó “su gran satisfacción” por el traslado, habida cuenta de los problemas de la sede anterior, “obsoleta y con graves carencias de eficiencia laboral y seguridad”.
La nueva sede judicial de Luarca fue reclamada con tesón por el expresidente del TSJA Ignacio Vidau, sindicatos, trabajadores y el Ayuntamiento de Valdés. El Principado adjudicó la obra en 2018, después de un concurso que quedó desierto, a OCA Construcciones y Proyectos y Terra Ingenieros por 1.523.062 euros. Ahora, dedicará 60.000 euros a la compra del mobiliario nuevo, que llegará en primavera. La sede ofrece servicio a 30.000 vecinos de Valdés, Boal, Coaña, Illano, Navia y Villayón.
