El rorcual boreal que varó en la playa de Serantes (Tapia de Casariego) el pasado 8 de enero apenas tenía alimento en su estómago (es decir, no comió por razones que se desconocen durante un largo periodo de tiempo, antes de acercarse a la costa asturiana) y su condición corporal era "pobre" para el tamaño que suelen alcanzar estos animales marinos. Es lo que concluye, sin confirmar concretamente la causa de su muerte, la necropsia realizada por un equipo de especialistas, que también descartaron "la existencia de material plástico en la cavidad gástrica, amplias lesiones macroscópicas de los órganos internos así como de grandes traumatismos ocurridos ante mortem".

"No obstante las condiciones en las que se realizan este tipo de necropsias y el tamaño de los ejemplares dificulta el estudio minucioso de los órganos", explican fuentes del Principado, quienes revelan que los estudios aún no han finalizado. Y es que se han enviado muestras de tejido del rorcual a distintos organismos: el Laboratorio de Sanidad y Producción Animal del Principado de Asturias (SERIDA), la Universidad de León, el Instituto Español de Oceanografía y la Fundación Oceanografic. "A esto hay que añadir los contactos con diversos especialistas nacionales e internacionales entre los que destaca el grupo liderado por Antonio Fernández Rodríguez de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria", detalla el Principado.

Trabajos para retirar el cadáver del ejemplar de la playa, el pasado día 8 de enero A. M. S.

La necropsia del animal se realizó en las instalaciones del consorcio Cogersa la semana posterior al rescate del cadáver del animal. En ella participaron ocho personas, a saber, veterinarios de la Dirección General del Medio Natural y Planificación Territorial, el veterinario responsable del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (SERPA), técnicos de la Dirección General de Pesca y un equipo de TRAGSA encargado del apoyo logístico.

El gobierno autonómico destaca la implicación del equipo encargado del análisis y también su trabajo en equipo para poder ofrecer la mejor información posible sobre el estado del animal en el momento de su muerte y los motivos del varamiento.

El rorcual boreal es una especie que habita aguas más norteñas. Su aparición en la costa tapiega generó mucha expectación en el comarca por las dimensiones del animal. El rorcual apareció el viernes por la tarde y agonizó parte del día hasta morir varado entre las rocas. No es la primera vez que Tapia ve varar a una ballena. En 2019, apareció un rorcual común. En todo caso, los especialistas sí apuntan a la rareza de que lo haga el rorcual boreal por ser su hábitat más lejano.