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El Museo del Calamar Gigante reforzará la experiencia “sensorial” del visitante

El centro, que reabrirá este verano en Luarca, acompañará la muestra de luz y sonidos para recrear el hábitat marino de los cefalópodos

El concejal de Turismo, Ismael González, ante las urnas que conservan dos de los ejemplares

El nuevo Museo del Calamar Gigante de Luarca será una experiencia “sensorial” que conectará al visitante con el fondo marino. El Ayuntamiento de Valdés acaba de adjudicar a la empresa Servicios de Gestión Medioambiental (Sigma) con sede en Gijón el proyecto del contenido interior, que tratará de dar un vuelco a lo mostrado hasta febrero de 2014 (cuando cerró el antiguo museo), haciendo de la visita “algo emocionante”, en palabras del concejal de Turismo, Ismael González.

“La idea es jugar con la luz y con el sonido, y acercar a la persona al lugar donde vive el calamar gigante”, detalla González. “Queremos mostrar cómo eran los cefalópodos y dónde vivían con menos paneles explicativos”, concreta.

Los animales marinos con sello luarqués, en los que se han fijado expertos de todo el mundo, están conservados en la actualidad en grandes urnas y hasta que llegue el traslado permanecerán junto a otros materiales en una antigua nave de Feve, propiedad municipal, cerca de la estación de autobuses.

Si todo transcurre como espera el gobierno local, el museo abrirá en verano. Lo hará en la antigua discoteca Villa Blanca, que estos días afronta las reformas necesarias para convertir sus 300 metros cuadrados en un lugar habitable para una colección de calamares única en el mundo. Las reformas, adjudicadas a la empresa Esvedra, pondrán concluir en dos meses. Para entonces se espera contar con el proyecto del interior firmado por Sigma. Una vez dados estos pasos, se adjudicarán las obras definitivas que materializarán el diseño. Para ello, se contará con 150.000 euros del presupuesto municipal.

El edil Ismael González, con otro de los cefalópodos que formarán parte de la muestra del nuevo Museo del Calamar Gigante Ana M. Serrano

La reapertura del Museo del Calamar Gigante se espera desde febrero de 2014, cuando un temporal de marejadas acabó destrozando las plantas baja y primera del centro, ubicado en el Muelle Nuevo. Desde entonces se estudiaron varias propuestas para volver a contar con este equipamiento único en el mundo por la cantidad de calamares de gran tamaño que atesora. Construir un edificio nuevo o rehabilitar el espacio del Muelle Nuevo fueron opciones estudiadas, pero que no llegaron a tramitarse.

Finalmente, Cepesma y su fundador donaron los grandes cefalópodos al Ayuntamiento de Valdés, evidenciando así su malestar y cansancio por esperar por un proyecto prometido que nunca dio pasos firmes.

El gobierno actual de Valdés dirigido por el socialista Óscar Pérez, defendió la reapertura del museo, pero buscó un espacio alternativo. Finalmente, alquiló la antigua discoteca Villa Blanca, en la avenida de Galicia, por un periodo de diez años y un importen anual de 11.000 euros, en 2021 (seis meses), y 22.000 euros anuales a partir de 2022.

El nuevo proyecto para reabrir el esperado museo se hace íntegramente con fondos municipales. Queda por saber las condiciones de acceso. El gobierno estudia una entrada general a un precio “asequible” (dos o tres euros) y un billete conjunto para poder visitar también el bosque jardín luarqués.

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