La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Preocupación por la caída de piedras en el Pozo de las Mujeres Muertas

“Puedes quedar sepultado”, afirman con temor los conductores habituales de la carretera que une Ibias y Cangas del Narcea

Piedras en la carretera del Pozo de las Mujeres Muertas, en una foto tomada por el vecino Antonio Fernández desde su vehículo. | Reproducción de D. Á.

El temporal de nieve de las primeras semanas de enero aún es visible en muchos puntos donde la nieve no ha desaparecido y continúa causando problemas. Es el caso de la carretera del Pozo de las Mujeres Muertas (AS-29), que une Cangas del Narcea e Ibias, donde estos días los conductores se están encontrando con numerosos pequeños desprendimientos de piedras que llegan hasta la calzada.

Antonio Fernández es vecino de San Antolín de Ibias, por lo tanto, usuario habitual de la carretera, al ser la principal vía de salida del municipio ibiense. Cuenta que el pasado viernes, mientras iba hacia Ibias, justo en el alto del Pozo de las Mujeres Muertas, vivió uno de esos desprendimientos de pequeñas piedras, de las que un par de ellas llegaron a impactar en su coche.

Una situación que asegura que está siendo habitual y que considera muy peligrosa para los conductores. “Los que pasamos a menudo por esta carretera nos vemos en situaciones peligrosas. A veces piensas que en cualquier momento te puedes quedar sepultado ahí”, explica.

Relata que a lo largo de la carretera hay varios puntos donde es habitual encontrarse con piedras en la calzada, pero que, últimamente, donde más problemas está habiendo es en el Pozo de las Mujeres Muertas, justo al pasar el desvío que lleva a los pueblos del Valledor (Allande), en dirección Ibias. En ese punto hay una recta y el talud está protegido por un muro de contención; sin embargo, la caída de material es constante.

“Ahora mismo es donde vemos que hay más peligro, el talud de la carretera es muy alto y se están desprendiendo piedras desde casi 40 metros de altura y una piedra que baje puede causar muchos problemas”, subraya.

El Ayuntamiento ibiense asegura que el Principado ya ha empezado a colocar mallas en los taludes

decoration

Reconoce que operarios de conservación de carreteras van limpiando la vía, pero, en su opinión, de poco sirve ese trabajo cuando al poco de limpiar se vuelven a producir más caídas de material. De hecho, denuncia que se está gastando mucho dinero en la limpieza de esta vía sin acabar de darle una solución definitiva que evite los problemas.

En el punto conflictivo donde él tuvo el percance a finales de la semana pasada, cree que se debería construir un muro de contención que refuerce el existente. Considera que los gestores deberían plantearse apostar por inversiones pequeñas que vayan solucionando los problemas y no esperar a que el problema pueda ir a más. “Todos vimos lo que pasó en Yema (donde en diciembre se produjo un gran desprendimiento), se sabía que después del primer argayo volvería a caer y no se hizo nada y un año después el material volvió a dejar la carretera cortada”, rememora.

La alcaldesa de Ibias, Gemma Álvarez, llevó la petición de asegurar los taludes de esta vía con mallas ante el Gobierno regional en una reunión con el consejero de Infraestructuras ya en noviembre de 2019.

Explica que este año se han empezado a cambiar y a poner en lugares donde no las había. “El año pasado se vaciaron las mallas que ya estaban con mucha acumulación de material y este han empezado a renovar y a poner en nuevos lugares, pero tuvieron que parar a causa de la nieve”, explica Álvarez.

Además, apunta que últimamente cada vez había menos piedras por la carretera, algo que ha cambiado con el temporal que estos días ha hecho que “a causa de la nieve volvemos a ver muchísimas piedras”, recalca la regidora.

Compartir el artículo

stats