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Naraval clama contra el retraso en la obra de la vía hacia Allande, parada y llena de baches

“Esto es un camino de cabras, una vergüenza”, dicen vecinos y empresarios de la localidad tinetense, que piden la reanudación del proyecto

Señales de obra en uno de los tramos.

“Un camino de cabras”. “Un sufrimiento”. “Una vergüenza”. Es lo que define según algunos vecinos de Naraval y empresarios de Tineo la carretera AS-219, que comunica Luarca con Pola de Allande, en el tramo que cruza esta localidad tinetense. El Principado prometió una obra que se inició en 2019 con cargo a dos anualidades, “pero todo se quedó a medias”, denuncia el portavoz de la plataforma creada para reivindicar una mejora en la vía, Manuel Fernández.

Este reclama ahora más información oficial sobre los plazos para el proyecto, mientras se queja con amargura de la “tortura” que supone utilizar a diario esta carretera. Él tiene que circular por el conflictivo tramo cuatro veces al día para llegar de su casa al trabajo y viceversa. “Cada vez está peor”, dice. Las deficiencias y carencias de la carretera son objetivas. Hay socavones difíciles de sortear por su anchura y número, angostas curvas, escorrentías continuas de aguas en caso de lluvias y señalizaciones de obra abandonadas por la reforma en el trazado que se empezó y nunca terminó según lo comprometido.

Naraval clama contra el retraso en la obra de la vía hacia Allande, parada y llena de baches

“Pedimos que acaben ya con esto. Se llevaron la maquinaria en septiembre, todo quedó a medias y cada día la carretera está peor”, incide Fernández. El portavoz de la plataforma no es el único que critica la situación de la vía y la gestión del Principado en este caso concreto. El empresario Héctor Rodríguez, propietario de una empresa de embutidos de Zardaín, también cuenta cómo afectan a una empresa las malas comunicaciones por carretera. “Ese tramo es una cueva”, detalla. Explica que para quedarse en el mundo rural “y vender el Paraíso Natural como hacen desde las administraciones” antes hay que pensar en lo que se ofrece. Invertir en los pueblos “siempre es más caro”, señala. En su caso, tienen que desplazar un furgón varias veces por semana a la costa y para ello debe transitar por este tramo, entre otros.

“Te obligan a gastar más en vehículos de transporte y mantenimiento” dice, antes de contar una anécdota real. Una de sus furgonetas llegó a romper las ballestas “por las profundas y múltiples cuevas” que tiene el firme. “Es decir, que el desastre se puede cuantificar”, indica, mientras confía en una pronta respuesta del Principado sobre la reanudación de las obras.

Luismi Bermúdez también es vecino de Naraval y “sufre” casi a diario este tramo que tilda de “peligroso”. “En algunas zonas tienes que ir en primera y no es una exageración”, explica. El mal tiempo complica las cosas. Además, si el conductor quiere sortear los grandes baches tiene que adentrarse en el carril contrario y “eso con todo el riesgo que implica”. En caso de optar por circular entre socavones, “pues ya sabes lo que pasa con el coche”. Bermúdez cuenta otra anécdota “real”: que los repartidores de paquetes siempre llaman para saber si pueden dejar el material en Navelgas para no tener que recorrer el “vía crucis” de este tramo.

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