La Fundación Oso Pardo (FOP) ha solicitado a las administraciones estatal y asturiana la inadmisión a trámite de los tres parques eólicos (Carola, Chagüetos y Gobia) y sus infraestructuras de evacuación, situados en los concejos de Cangas del Narcea, Somiedo y Tineo. La solicitud de autorización administrativa previa y de evaluación ambiental de los tres parques se encuentra en estos momentos en fase de información pública. Los parques se ubicarían dentro del área de distribución del oso pardo y muy próximas a varias áreas críticas para la especie. “Ninguna infraestructura renovable debería amenazar espacios sensibles”, clama la FOP.

Las tres infraestructuras para las que se ha solicitado permiso forman parte “de un conjunto de cinco parques situados muy próximos entre si, propuestos por la misma empresa promotora Green Capital Development, S.L. y con infraestructuras comunes de acceso y de evacuación eléctrica, por lo que han de ser considerados como una actuación única a los efectos de su impacto sobre la biodiversidad, los hábitats, la Red Natura 2000 o el paisaje”, alerta la FOP.

“Estos parques eólicos no deberían ser aprobados, y ni siquiera sometidos a tramitación, porque incumplen la normativa asturiana vigente, ya que su ubicación propuesta se encuentra dentro de la “zona de exclusión eólica”, establecida en las Directrices Sectoriales de Ordenación del Territorio para el aprovechamiento de la energía eólica en Asturias, subrayó la FOP. Se trata por lo tanto, en opinión del colectivo, “de un uso prohibido en dichas zonas”.

La exclusión viene motivada, porque incluyen aerogeneradores e infraestructuras dentro de varios espacios de la Red Natura 2000 y de los Parques Naturales de Somiedo y de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Los instrumentos de gestión de ambos parques establecen que en esas zonas los parques eólicos son un uso prohibido, resalta la FOP.

“El impacto ambiental de estos parques eólicos es severo, no solo individualmente sino también en conjunto. Se ubican en cordales montañosos de alta calidad para el oso pardo, en cuyas laderas se localizan todos los años osas con crías y en los que su construcción provocaría, además de un enorme impacto paisajístico, un incremento de accesibilidad y una pérdida de la calidad y tranquilidad necesaria, con el correspondiente efecto barrera para el oso y otras especies”, añade. La FOP apuesta por las energías renovables “respetuosas con la biodiversidad”.