El tramo de autovía entre Cornellana y Salas (A-63) parece maldito. Un enorme argayo se llevó ayer ladera abajo buena parte del trabajo que se había ejecutado en las inmediaciones de Casazorrina, lo que a su vez provocó el corte de la carretera N-634, que discurre varios metros por debajo y que quedó completamente tapada por cientos de toneladas de tierra, rocas e incluso árboles. El desprendimiento, que no provocó ningún daño personal, obligará a realizar tareas de asentamiento en la ladera, lo que previsiblemente retrasará aún más la finalización de un tramo que debería estar en servicio desde el año 2010.
El Ministerio de Transportes se puso ayer mismo manos a la obra. Personal de ese departamento analiza ya el “argayón” y la situación de la ladera, y buscará las posibles soluciones. Además, para mantener la permeabilidad del tráfico en la zona afectada se han habilitado varios desvíos. Por un lado, la N-634 estará cortada entre las glorietas de Cornellana y Casazorrina, aunque se permitirá el acceso a los vehículos que se dirijan a Collazo (Rabadiello). Por otro lado, para acceder a Salas desde Oviedo, en el enlace de Doriga los vehículos ligeros deben dirigirse a través de la AS-15 en sentido Cangas de Narcea, para desviarse posteriormente en Soto de los Infantes hacia la capital salense por la AS-226. Y el mismo recorrido para quienes circulen en sentido contrario. Finalmente, los vehículos pesados deberán circular por la AS-15 en sentido Cangas del Narcea, para coger en el puente la AS-215 hasta El Crucero y desde allí la AS-216 a La Espina. Desde ese punto se llega a Salas a través de la N-634. Las adjudicatarias de la obra de la autovía están trabajando para habilitar de nuevo el paso a través de la carretera N-634 a la mayor brevedad posible.
El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, detalló que el derrumbe ocurrió pasadas las 9.30 horas. Él había pasado por ese punto “sin problema” a las 9.20. El regidor visitó la zona junto a técnicos de Carreteras que avanzaron los pasos a seguir: primero, estabilizar la ladera y asegurar la zona, para a continuación analizar posibles soluciones para reanudar la construcción de la autovía, cuyo trazado se proyectó a media ladera. “Esto va para largo”, auguró el Alcalde, que pidió a los operarios del Ministerio que se acorten los plazos “todo lo posible”.
El tramo Cornellana-Salas, de solo 6 kilómetros de longitud, lleva ya en obras desde hace 14 años. Los trabajos comenzaron en 2007, pero acumularon retrasos desde el primer momento y se paralizaron en 2010, oficialmente a causa de la crisis económica. No se reanudaron hasta el 26 de diciembre de 2017, cuando el Ministerio anunció que el tramo estaría listo en 2020. El último calendario aportado por Transportes señalaba que el tramo abriría al tráfico a finales de 2022.
Cornellana-Salas parte de la meseta de Sobrerriba, conectando en este punto con el tramo anterior, Doriga-Cornellana. De los 6.015 metros del tramo, 2.600 discurren a media ladera, 1.400 en viaducto, 700 en trinchera y 1.315 en terraplén. Tendrá ocho estructuras: dos pasos inferiores y seis viaductos.
El presupuesto de las obras del tramo Cornellana-Salas asciende a 71,1 millones de euros, aunque la inversión total será de 80,41 millones, una vez sumados el coste de redacción del proyecto, el importe estimado de las expropiaciones, el coste de la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra, así como el programa de vigilancia ambiental y la financiación del Patrimonio Artístico Español.
