El Ayuntamiento de Degaña y la parroquia rural de Cerredo quieren que la restauración de la mina de cielo abierto de Cerredo, en el concejo de Degaña, se desarrolle en base a los nuevos proyectos de energías renovables que se plantean instalar en la zona y que, por lo tanto, se preserve la clasificación de suelo de uso industrial para ese espacio. Así se lo trasladaron ayer a la directora general de Energía, Minería y Reactivación Económica, Belarmina Díaz, el alcalde de Degaña, Óscar Ancares, y el presidente de la parroquia rural de Cerredo, José Luis Fernández.

Por su parte, Belarmina Díaz les anunció que su departamento busca recoger todas sus propuestas de futuro para la restauración de la corta minera y que para ello, desde hoy se abre un proceso participativo en el municipio de 10 días, en el que vecinos y representantes pueden plasmar sus propuestas.

El objetivo es elaborar un proyecto para presentarlo al Plan de restauración ambiental para explotaciones mineras que se ha incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se financiará con el Instrumento Europeo de Recuperación.

Según la directora general de Minería, la restauración de la mina de Cerredo afecta a una superficie de 63 hectáreas. Berlamina Díaz insiste en que el objetivo de su departamento es “anticiparse a la normativa de restauraciones mineras que prepara el Ministerio para presentar proyectos de rehabilitación que permitan la recuperación medioambiental y para albergar proyectos de reactivación económica que reviertan al municipio”.

De hecho, en el concejo hay dos propuestas encima de la mesa para desarrollarse en ese espacio minero. Por un lado, el equipo de gobierno del Ayuntamiento presentó el proyecto de crear una central de bombeo reversible y depuración de agua de la mina para la generación de energía que ha despertado el interés de una empresa que ya ha empezado a realizar trámites, como el de la petición de aprovechamiento hidroeléctrico a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, que se publicó el pasado mes de enero en el Boletín Oficial del Principado (BOPA).

Por el otro, la Parroquia Rural de Cerredo propuso aprovechar el espacio para la instalación de paneles fotovoltaicos. “Por mediación de dos concejales del PCTE nos pusieron en contacto con una empresa valenciana y les pareció atractivo convertir una mina de cielo abierto en un parque solar, además tienen la intención de utilizar la balsa para hacer como una pequeña planta hidroeléctrica y un almacén de hidrógeno”, explica presidente de la Parroquia Rural José Luis Fernández.

Para que estas iniciativas empresariales puedan salir adelante, el alcalde Óscar Ancares insistió ante la directora de Minería en la necesidad de instalar una línea de evacuación de energía en el concejo por la que pueda trasladarse la electricidad que se genere, puesto que asegura que las infraestructuras actuales no servirían para darles servicio. Además, insistió en que la restauración debe acometerse a la mayor brevedad para frenar el despoblamiento. Los cálculos les dicen que la puesta en marcha de la central de bombeo podría suponer 250 empleos para su construcción y unos 70 para su funcionamiento y en el caso de las placas fotovoltaicas serían un centenar de empleos para implantarlas y una veintena para su mantenimiento.