A un joven de Navia le han pillado circulando a toda pastilla por la carretera nacional que une Barres (Castropol) con Villagarcía de Arosa, en Pontevedra (N-640). Iba concretamente a 163 kilómetros por hora por un tramo limitado a 70, a la altura de la localidad pontevedresa de Caldas de Reis. El joven está investigado por un presunto delito contra la seguridad del tráfico, que lleva aparejada una condena de entre tres y seis meses, una multa económica o trabajos en beneficio de la comunidad.

Fue un radar el que detectó al conductor duplicando de largo la velocidad permitida por la vía, que atraviesa además en esa zona un núcleo urbano. El conductor no pudo ser identificado en ese momento, el 16 de marzo, porque la patrulla que estaba notificando las infracciones no logró interceptar el vehículo, tal era la velocidad a la que circulaba.

La investigación de la Guardia Civil comprobó que el coche estaba a nombre de una mujer con domicilio en Navia (Asturias), que explicó que el vehículo lo solía conducir su hijo de 20 años, que trabaja eventualmente en la provincia de Pontevedra y reside habitualmente en La Coruña. Con esta información, el joven fue localizado y se le notificó su condición de investigado por un delito contra la seguridad vial, ya que excedió en más de 80 kilómetros por hora el límite permitido.

Aparte de las penas previstas para este tipo de delitos contra la seguridad vial, el joven se enfrenta a la pérdida del carnet de conducir por un tiempo de entre uno y cuatro años.

Otros casos

La Policía Nacional de Oviedo detuvo a un joven en Villaviciosa que se grabó circulando a más de 180 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90 en la Autovía del Cantábrico (A-8). El conductor, vecino de dicha localidad, grabó un vídeo mientras conducía el pasado 29 de enero y lo publicó posteriormente en sus redes sociales, donde fue encontrado por los agentes.

El caso más conocido es el de un vecino de Villayón al que en febrero de 2006 pillaron conduciendo un Audi a 260 kilómetros por hora en la Autovía del Camino de Santiago (A-231), concretamente en la recta que hay entre Melgar de Fernamental y Olmillos de Sasamón. Al final lo absolvieron porque no puso en peligro a nadie. En esa recta cogieron en diciembre de 2017 a un conductor cántabro, que batió el récord del villayonense: 272 kilómetros por hora en un tramo limitado a 120.