“Hoy es un día de esperanza en el que izamos un año más la bandera europea”, defendió ayer el presidente del Consejo Asturiano del Movimiento Europeo (CASME), Leopoldo Tolivar, en el acto celebrado en Luarca para conmemorar el Día de Europa. Los ponentes reivindicaron el valor de la unión del viejo continente y la necesidad de luchar contra “las ideologías extremas” y “la intolerancia”.
Tolivar, que hizo hincapié en que el Día de Europa se creó para celebrar la paz y la unidad del continente, recordó que el Consejo no tiene otro fin que implicar a la sociedad civil y acompañar a las instituciones “en este loable recorrido de paz, seguridad jurídica, intercambio cultural y lucha contra las desigualdades económicas, máxime en épocas difíciles como la presente, donde pesan las ideologías extremas y eurófobas y aparecen nuevos problemas como los derivados de la respuesta a la inmigración”. En este sentido, el presidente de la Junta, Marcelino Marcos Líndez, reclamó la necesidad de que Europa tome la iniciativa “ para evitar que la intolerancia, la xenofobia y el racismo pasen a formar parte de la normalidad en nuestra sociedad”. A juicio de Líndez es el momento también de afrontar grandes retos, como los derivados del aumento del paro y las desigualdades.
El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, apeló a los valores con los que se creó la Unión Europea, “una feliz idea fraguada en los cafés”: “Debemos salvar a Europa de la miopía burocrática, de quien la secuestra con palabrería vacua; volver Europa a los cafés, al paseo, al callejero compartido, a los libros, que Europa vuelva a ser una idea porque las ideas son lo que nos unen”. Al inicio del acto, el Alcalde de Valdés, Óscar Pérez, tuvo un sentido recuerdo para Manuel García, despedido ayer en Luarca y muy querido por su labor al frente de la asamblea local de Cruz Roja.
