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Tineo luce su historia sagrada

La Fundación Valdés-Salas impulsa una muestra de 21 tallas religiosas que presentan “un discurso técnico y expositivo que las acerca al visitante”

Por la izquierda, delante, Joaquín Lorences, Maite Ruiz, Raquel Alonso, José Ramón Feito y Alfredo de Diego. Detrás, Rafael Palacio, Senén González, Laureano García y Benjamín Alba. | A. M. Serrano

Tineo luce desde ayer su arte sacro con una muestra “más cercana” al visitante gracias a la Fundación Valdés-Salas. La entidad asturiana inauguró “especialmente ilusionada” una exposición que reúne en Tineo 21 tallas religiosas datadas entre los siglos XII y XVI.

El conocido como Museo de Arte Sacro de Tineo estaba hasta la fecha en el mismo lugar que ahora, en la capilla de Merás de la iglesia tinetense, pero no tenía un “discurso técnico ni expositivo”, algo que ahora sí se ha dado al conjunto. La Fundación Valdés-Salas encargó a los profesores de la Universidad de Oviedo y medievalistas Raquel Alonso y Lorenzo Arias una composición “ordenada” para poder informar con criterio más pedagógico al visitante. El resultado son imágenes estratégicamente ubicadas en un lugar solemne, iluminadas de forma individual e identificadas. Una composición que deja al espectador “muy sorprendido”.

El guía e historiador Adrián Bueno ofrece explicaciones a la peregrina Mery Díaz. | A. M. S.

La muestra tiene un valor artístico y cultural enorme y nos habla de cómo fue asimilado el Barroco por la población”, señaló el presidente de la Fundación Valdés-Salas, Joaquín Lorences. El conjunto se puede visitarse entre las 11:30 y las 14:00 horas, tiempo en el que el guía y diplomado en Historia Adrián Bueno informa de la importancia de las imágenes y atiende todas las dudas o curiosidad que tengan quienes se llegan a disfrutar de la muestra.

“Para nosotros es fundamental que estas exposiciones tengan un discurso claro”, profundizó Lorences, quien avanzó la futura restauración de cada una de las piezas, siempre dependiendo de las finanzas de la entidad que preside.

El peregrino John Morrison, en la sala expositiva. | A. M. S.

Para Raquel Alonso, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo, esta exposición, donde se mezcla el arte culto y el popular, es “muy atractiva”. En su opinión no es frecuente encontrarse con este tipo de piezas (por su número y conservación) en un lugar de Asturias que no sea su centro. Todas las tallas “hablan de una evolución iconográfica, estilística y de una perspectiva histórica”, explica.

“Y me resulta grato ver juntas piezas cultas y populares, es decir, de talleres relevantes unas y de menos interés otras”, añadió Alonso. En el primer grupo estaría la Virgen de Bebares del siglo XII o el Calvario de Pozón de finales del siglo XIII. En el segundo podría incluirse el Santiago Peregrino, del siglo XV. Lo que todavía se discute es la parroquia de procedencia de cada talla. Los historiadores buscan nuevas pistas y esta exposición más ordenada podría incluso hacer llegar nuevos datos gracias a la propia población de Tineo.

Para el párroco tinetense, Alfredo de Diego, las piezas “nacieron al servicio de una comunidad cristiana” y son un fiel “autorretrato” de ella.

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