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Desvían el río Nonaya para construir el paso alternativo al “argayón” de Salas

El alcalde, Sergio Hidalgo, reclama un turno de noche “y trescientos obreros allí si hacen falta” para poder abrir en julio el vial provisional

Una grúa, trabajando en la zona. | S. Arias

La construcción del paso alternativo al “argayón” de la carretera N-634 para salvar la incomunicación viaria a la que están sometidos, desde el pasado 1 de abril, Salas y Tineo, avanza a buen ritmo. Los grandes movimientos de tierra y labores ejecutadas desde que se inició la obra, el pasado 18 de mayo, dan cuenta de por donde irá el vial provisional, para lo que ha sido necesario desviar el río Nonaya, según detalla el Ministerio de Transportes y Movilidad, que ha encargado una batería de seis marcos prefabricados de hormigón. Una evolución de los trabajos que el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, pide que se acelere con un turno de noche que permita abrir el desvío el próximo mes de julio.

En concreto, tal como informa el Ministerio, se ha ejecutado un canal de cinco metros de ancho por el que se ha desviado el río Nonaya, que discurre paralelo a la carretera nacional, con el objetivo de limpiar el cauce y preparar el terreno por donde se construirá el paso alternativo. Para ello, se ha encargado una batería de marcos prefabricados de hormigón que serán instalados y servirán de desvío alternativo al tráfico rodado. Irá, además, por encima del afluente del río Narcea.

Por su parte, el regidor salense, de Foro, exige que se apuren los trabajos con la dotación “de un turno de noche y trescientos obreros allí si hacen falta”, afirma. Hay mucha intranquilidad entre los vecinos y empresarios del concejo por los efectos negativos que tiene el bloqueo a nivel socioeconómico en la comarca. Y porque, pese al avance de los trabajos, que se realizan entre las localidades salenses de Villazón y Casazorrina, no ven posible que se habrá para mediados de julio. Además, el proyecto tiene un plazo de ejecución máxima de tres meses. “Queremos, exigimos, rogamos que esto esté abierto ya porque llevamos desde mediados de abril así y es insostenible”, dice el regidor.

Hidalgo, que acude a diario a ver el desarrollo de los trabajos, asegura que no quiere “politizar la obra ni nada; yo lo que defiendo con uñas y dientes es mi territorio, mi concejo y a mis vecinos”, en una clara respuesta a la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, quien pidió en Luarca anteayer, en referencia a los dirigentes políticos, que “dejen de ir a hacerse fotos, porque la obra continúa y los profesionales que llevan las obras de carreteras saben lo que tienen que hacer y lo están haciendo”. Losa también afirmó que no se ha dejado de trabajar ni un minuto en la zona con todos los medios disponibles para ejecutar el desvío provisional.

Más confiado en la buena evolución de la obra está el regidor de Tineo, José Ramón Feito, del PSOE, quien considera que visto el desarrollo que ha tomado la actuación, supone “un pequeño respiro”. “Están trabajando bien y parece que avanza, pero, bueno, nosotros seguimos planteando el tema de que el desvío provisional tiene que estar hecho para mediados de julio porque creemos que puede ser posible con los medios que hay”, señala. Al igual que en Salas, la preocupación entre vecinos y empresarios es grande en su municipio “porque genera daños económicos, por eso es tan importante que se abra”.

La construcción del paso alternativo, seguida muy de cerca por los habitantes de ambos concejos, coge velocidad de crucero y, pese a un inicio lento, con dos semanas de desbroces con una minipala y la tramitación de las expropiaciones necesarias, ahora se puede advertir, incluso, por dónde irá el desvío provisional. Unos trabajos que el Ministerio de Transportes y Movilidad dotó con una partida de presupuestaria de 14,5 millones de euros, que servirán también para retirar el impresionante argayo que tapona la vía, el de mayores dimensiones producido en una carretera española. Un contrato de emergencia que se anunció días después de la masiva manifestación que llenó Oviedo de coches y camiones.

Un retraso que se debió, según detalló la delegada del Gobierno en Asturias, a que el terreno seguía moviéndose en el vértice superior del deslizamiento, impidiendo tomar las mediciones necesarias más rápido y con seguridad para los operarios de la obra.

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