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“Lujo” de agua salada en Tapia

Turistas y vecinos dan la bienvenida a la reapertura de la piscina tapiega, cerrada dos años por problemas en un talud: “Es una opción única”, dicen

Silvia Carbajo, Darío y Nerea Marrón y Javier Marrón, con la piscina al fondo. | A. M. Serrano

Tapia de Casariego vuelve a disfrutar de la piscina de agua salada y los bañistas agradecen la disponibilidad de este servicio, del que se vieron privados dos veranos consecutivos por los problemas detectados en el talud. “Es un lujo”, resume Inés Fernández, vecina de Oviedo y una “habitual” de los veranos tapiegos. Ella asegura que la piscina “da mucha vida” a la capital del concejo y es una opción “única” que no se puede disfrutar en otro concejo costero del Occidente.

David Ron con su hijo, Unai, cerca del agua.

La piscina tapiega estuvo cerrada dos veranos y a este cierre inesperado por riesgo de desprendimiento se sumó una “larga espera”, según la alcaldesa tapiega, Ana Vigón, para poder reunir la partida económica con la que sufragar las esperadas obras. “Unos 70.000 euros después, podemos reabrir el servicio”, destaca Vigón, quien está “muy satisfecha” del trabajo realizado. Además de proteger con una malla especial el talud donde se produjeron los desprendimientos, se ha cambiado el suelo y la piscina “parece nueva”.

En Tapia no solo dan la bienvenida a la piscina salada, cercana a la playa y al puerto, los habitantes y turistas fieles. También lo hacen aquellos que pasan el día en la villa y no conocían a fondo sus singularidades, sorprendidos. “Nos llama la atención; dan ganas de darse un chapuzón”, cuenta David Ron, vecino de Noreña. Por la zona pasea una familia madrileña que espera “volver con el bañador”. “Nos parece un sitio singular y con encanto”, sostiene Javier Marrón, “impresionado” por la piscina.

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