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Las cofradías reclaman más vigilancia para acabar con la pesca ilegal de percebes

Los pescadores afirman que las penas y multas son demasiado “pequeñas” para terminar con las “bandas organizadas” de mariscadores furtivos

Perceberos, en una imagen de archivo, al inicio de una pasada campaña

La Federación Asturiana de Cofradías de Pescadores denuncia el daño que les está haciendo el furtivismo, no solo a nivel económico, sino también ecológico. La semana pasada fueron detenidos unos furtivos que consiguieron coger 52 kilos de percebe en Tapia de Casariego y 32 en la costa oriental de Asturias, en el concejo de Ribadesella. Ante esta situación, las cofradías se dirigirán a la Delegación de Gobierno para pedir que se implante más vigilancia y solicitan a la justicia asturiana que tenga en cuenta las pérdidas que los infractores generan al marisqueo a la hora de imponerles una pena.

El presidente de la Federación y patrón mayor de Puerto de Vega (Navia), Adolfo García, asegura que “a los furtivos les sigue saliendo rentable serlo porque las penas y multas que reciben son de cuantías pequeñas”. Por ello, la propuesta que tienen y que expondrán en los próximos días en una reunión con Delegación de Gobierno es que se intensifique la vigilancia en la costa. “Tenemos que coordinar la actuación del Seprona, Vigilancia Pesquera y nuestros guardas de pesca, para que no haya un momento en el que la costa no esté vigilada”, propone.

La zona en la que actuaron los furtivos en Tapia llevaba cerrada a los mariscadores dos años con la intención de conseguir que el percebe se recuperase. Después de ese esfuerzo, Adolfo García lamenta que furtivos la hayan esquilmado y recalca que lo hicieron en la peor época posible. “Coger 50 kilos en estas fechas hace más daño que 100 en invierno, porque ahora el percebe se estaba regenerando, esos 50 kilos suponen perder una producción de 150 a 250 de cara a diciembre”, lamenta García.

Además, la Federación está trabajando para convertirse en una organización de productores, una fórmula que les permitirá poder presentarse como acusación particular contra los furtivos, de los que aseguran que ahora están profesionalizados. “Son bandas organizadas”, recalca el presidente de la federación.

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