Los pescadores del río Esva temen que el Principado no sancione al armador de la embarcación de Luarca que el 25 de agosto acudió de madrugada, sin luces, a recoger aparejos de pesca que se encontraban en la desembocadura del río, en el playa de Cueva, una zona vedada y de entrada salmonera.
El portavoz de los ribereños, Emilio Fernández, subraya que no es la primera vez que se comete este delito, “de la misma manera y en el mismo lugar”. En todo caso, “al final se van ‘de rositas’ y por eso vuelven a delinquir; nunca les pasada nada grave”, subraya.
Fernández reclama para este caso una investigación “exhaustiva y urgente”. “Parece que se normaliza algo que es a todas luces ilegal”, destaca. El Principado se niega a aportar información sobre el expediente. “Está en fase de instrucción”, destacan fuentes de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. “Es un expediente más”, añaden. Por contra, los pescadores creen queda la gravedad de los hechos “se debe de sancionar lo antes posible para que los infractores no vuelvan a reincidir”. Además, afirman que muchas veces los armadores se declaran insolventes ante las multas por furtivismo. En otros casos, “defienden que se les escapó el aparejo cuando eso no lo puede creer nadie”, afirma Fernández.
Los ribereños pedirán además que se investiga el destino de los salmones que, presuntamente, se quedan en las redes de pesca de las embarcaciones. También reclaman más apoyo de otros colectivos, como los ecologistas. “Nos culpabilizan de que no haya salmones en los ríos y ahora, cuando se comenten este tipo de delitos, nadie dice nada”, sostiene Fernández.
No es la primera vez que el Servicio de Vigilancia Pesquera y los agentes de Medio Rural se encuentran con redes de pesca en la desembocadura o en el mismo río Esva. Esta temporada salmonera en el Esva se echó a tierra solo un salmón, según consta en el registro oficial del Principado.
