Se llaman Beatriz Fernández, Anghelly Hernández, Alejandra Méndez y Saray Berdiales, tienen entre 15 y 16 años y desde hoy están en huelga para reivindicar un transporte público en el Occidente que les permita continuar su formación en la etapa de bachillerato. No acudirán a clase hasta el lunes en protesta por una situación que consideran “injusta”.

“Es una injusticia y por ello nos sentimos un poco marginadas”, señala la franquina Alejandra Méndez, que se ve obligada a desplazarse a Luarca para cursar el bachiller artístico que, en toda la zona, solo se imparte en el instituto valdesano Carmen y Severo Ochoa. “Tenemos que ir a Luarca, no porque queramos, sino porque allí hay lo que queremos estudiar, así que necesitamos una línea de transporte sí o sí”, señala. En su caso están también las naviegas Beatriz Fernández y Anghelly Hernández. Por su parte, la franquina Saray Berdiales tiene el mismo problema para acudir al instituto naviego Galileo Galilei donde está matriculada para cursar el bachiller de Ciencias Sociales que ha elegido.

Son cuatro ejemplos, pero hay muchos más, ya que también hay alumnos de ciclos formativos que se ven obligados cada curso a buscarse la vida para formarse, al no disponer de una línea de transporte que se adapte a sus necesidades. El grupo de familias que está liderando esta protesta piden a todas las personas con esta problemática que se pongan en contacto con ellas para disponer de un listado de casos y poder encontrar una solución común.

Una de las posibilidades pasaría por adaptar la línea de autobús Alsa que cada mañana cubre el itinerario entre Vegadeo y Oviedo. Con una pequeña adaptación de los horarios e incorporando paradas próximas a los institutos, podría ser útil para estos estudiantes que entran a las 8.30 de la mañana y salen a las 14.30 de la tarde. Consultando los horarios para esta semana existe una línea que sale de Vegadeo a las seis de la mañana y llegaría a Luarca a las siete y cuarto (demasiado pronto) y otra que sale a las 8.15 y llega a Luarca a las 9.30, que tampoco se adapta al horario estudiantil. A la vuelta, más de lo mismo, pues la línea que más podría encajar a las necesidades de estos estudiantes sale de Luarca a las 15.15 y llegaría a Vegadeo a las 16.40.

Mientras no llega una respuesta o solución por parte de la administración regional las familias tratarán de organizarse por su cuenta asumiendo gastos de desplazamiento que rondan los trescientos euros al mes y que son inasumibles para muchos hogares. “Ojalá nuestra protesta sirva para algo”, señalan las jóvenes estudiantes, preocupadas por la situación y por los trastornos que su formación está ocasionando a sus familias.

Cabe recordar que la consejera de Educación, Lydia Espina, anunció hace unos días en Tapia que se está estudiando la situación para ver si es posible extender la gratuidad del transporte a los estudiantes de bachiller que acudan a su centro de referencia. Sin embargo, los afectados dejan claro que el problema va más allá de la gratuidad y piden facilitar el transporte para los estudiantes de la zona rural. Las familias tienen el respaldo de la mayor parte de los grupos políticos con presencia en la Junta General ya que tanto Izquierda Unida, como Podemos y el Partido Popular han expresado públicamente su apoyo a esta reivindicación y criticado la inacción del Principado.