Emilio José Pérez Rodríguez, vecino de 80 años de Colinas de Arriba (Tineo), se quita mérito si le hablan de su labor como cantero, pero tiene todo el reconocimiento y aplauso de la asociación de ámbito nacional Hispania Nostra, colectivo creado en 1976 para defender el patrimonio cultural y natural de España.

La misma asociación que ayer le entregó una placa “por su dedicación a perpetuar la técnica de la construcción con piedra seca” en muros y puentes del Camino de Santiago Primitivo a su paso por el entorno de Colinas.

“Estoy muy contento e ilusionado; cuando no esperas nada y te dan algo, la ilusión es mayor”, respondió el protagonista. Fue la arquitecta del grupo de investigación Territorio y Desarrollo Sostenible de la Universidad de Oviedo Miriam Alonso quien propuso a “Pepín” como candidato al mayor premio que entrega el colectivo. No pudo ser a nivel nacional. Sin embargo, el hacer como cantero del vecino de Colinas de Arriba tenía “algo especial, algo singular” que Hispania Nostra no pasó por alto.

Ayer, una delegación visitó Tineo y en la Casa de Cultura del municipio loó el trabajo altruista del célebre cantero. Pepín –“sin saberlo”, dice– contribuye a mantener vivo este arte de hacer muros con piedra que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Pérez Rodríguez se formó como cantero por azar. Dedicó su vida a la ganadería. Pero en su tiempo libre construía muros “con la cuarcita que hay en la zona”. Algunas de sus fincas lindan con el Camino de Santiago Primitivo a su paso por Colinas de Arriba, y quizás por ello esos muros que levantó empezaron a ganar protagonismo.

Miriam Alonso también visibilizó su obra en el informe que firmó para el Ayuntamiento de Tineo sobre las construcciones con piedra seca del concejo.

“Yo lo hago porque me gusta, porque me relaja”, confesó Pepín, quien señaló que para hacer un muro de piedra no hace falta seguir fórmulas escrupulosas: “Basta tener tiempo y ganas”.

Además de levantar muros particulares, también se encargó del puente que atraviesa el río Villaverde a su paso por Colinas. “Me llevó mucho tiempo y ahora estoy con otro”, reveló. Sigue restaurando con cuarcita, “un material en el que no puedes hacer grandes cosas”. “Algunas piezas tienen superficies planas; tan solo hay que arreglarlas un poco con un pico para encajar; es como un puzle”, explica. Tras la entrega, Miriam Alonso ofreció una charla sobre el patrimonio cultural inmaterial de la piedra seca en Tineo.