Partidarios y detractores del plan de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), filial de la sociedad australiana Black Dragon Gold, para explotar el yacimiento de oro de Salave, en Tapia, exhiben estos días sus apoyos, una vez se ha cerrado el plazo de alegaciones al estudio de impacto ambiental del proyecto.
La compañía ha trasladado, a través de un comunicado, aquellos que afirma ha reunido a favor del plan. “El proyecto destaca por la modernidad de la tecnología que pondrá en marcha, el respeto por el medio ambiente y la diversificación económica que puede suponer para el Occidente de Asturias. Es un ejemplo de minería metálica sostenible”, recoge el comunicado como palabras de la directiva del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos de Minas y Energía del Principado tras conocer el proyecto.
El decano del Colegio, Augusto Suárez, y varios miembros de la directiva mantuvieron hace unos días una reunión telemática con el principal ejecutivo de EMC, José Manuel Domínguez, quien les detalló los pormenores del nuevo planteamiento extractivo, que propone una inversión inicial de más de 100 millones y la creación de entre 150 y 200 puestos de trabajo directos. Los colegiados valoraron “muy positivamente” la iniciativa, sostiene la compañía.
También se hace referencia al respaldo del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste y a que la entidad mostró su “total apoyo” a la propuesta de EMC que “será sostenible y respetuosa con el medio ambiente”. Además, incide la empresa, calificaron la operación minera de “respetuosa e innovadora” y generadora de “riqueza local y empleo de calidad”.
Además de manifestar que cuenta con los apoyos de los colegios profesionales, la compañía refiere que lo tienen de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de la Universidad de Oviedo, que apuesta por “un aprovechamiento racional, ordenado y eficiente de los recursos del subsuelo”. También afirma contar con respaldos sindicales del sector de la minería.
