El empeño de María Dolores Bertrand Baschwitz por recuperar la casa familiar de su marido en el pueblo La Mabona, en Navia, y convertirla, además de en su lugar de residencia, en un complejo de turismo rural le ha valido el reconocimiento del Ayuntamiento, que le otorgó ayer la distinción que concede con motivo del Día de la Mujer Rural.
Para la homenajeada, el galardón es “un premio real a la lucha por conseguir mi sueño de toda la vida: lograr volver a vivir a Asturias y en el campo después de 33 años”, subrayó.
María Dolores Bertrand es oriunda de Oviedo, pero siempre le atrajo el campo, así que cuando se enamoró de su marido, Juan José García, natural del pueblo naviego La Mabona, pensó que llegar a su sueño de vivir en medio rural estaba más cerca. Sin embargo, tendrían que pasar varias décadas hasta que lo logró.
Maestra de profesión, el trabajo de su marido primero en una multinacional y luego como fundador de una empresa de logística –en la que ella también trabajó durante diez años– le llevó a recorrer diferentes puntos de España con su familia, compuesta por cuatro hijos.
La lectura de una noticia sobre ayudas europeas para impulsar el turismo en el Parque Histórico del Navia durante unas vacaciones le hizo volver a pensar en su sueño de vivir en el pueblo. Entonces ya tenía claro cuál sería su proyecto: apostar por el turismo rural. Empezó a formarse y después de años de papeleos y obras, en 2006 consiguió abrir el complejo de turismo rural Hacienda Llamabúa. “Tenía claro que había que hacer algo con la casa de la abuela, que no se podía quedar “pa prao” ni venderla y apostamos por el turismo, porque en el mundo rural se puede vivir de muchas cosas”, subraya.
Además de la entrega del galardón, el Ayuntamiento descubrió ayer una estatua en honor a la mujer rural en la plaza de abastos de Navia, acto a los que asistió la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco.
