El Ayuntamiento de Tapia acogió ayer una reunión histórica para armar un frente común contra el plan minero de Salave, que busca explotar el yacimiento aurífero escondido bajo los lagos de Silva. Por primera vez se sentaron a la mesa políticos, vecinos y representantes de los principales sectores productivos de la comarca con un claro denominador común: la incompatibilidad del proyecto que tramita Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) con el modelo productivo sostenible que defiende el territorio y que ya genera empleos “reales”.
La Federación de Cofradías de Pescadores del Principado de Asturias convocó la cita con idea de dar un paso más en la lucha emprendida contra este plan, que consideran especialmente lesivo para la pesca por incluir un emisario submarino que verterá agua al mar. Aunque la empresa explica que se trata de agua limpia del subsuelo de la mina, los pescadores desconfían y creen que acabará arrojando “metales pesados al mar”. “El sector pesquero es contrario a esa mina y vamos a pedir que no se haga y que no se vuelva a poner encima de la mesa otro proyecto así, que legislen para que ninguna empresa quiera venir a destruirnos nuestro modo de vida. Somos paraíso natural y queremos seguir siéndolo”, subrayó el presidente de la entidad y patrón mayor de Puerto de Vega, Adolfo García. Junto a él estuvieron los patrones de Tapia, Viavélez (El Franco) y Ortiguera (Coaña).
García expuso que de la reunión saldrá un manifiesto que firmarán todos y enviarán al presidente del Principado, Adrián Barbón, para que sepa “de primera mano” lo que piensa el territorio. En el encuentro estuvieron presentes los alcaldes de Tapia, Ana Vigón; Castropol, Francisco Javier Vinjoy; Vegadeo, César Álvarez; El Franco, Cecilia Pérez; varios concejales del ayuntamiento de Navia y uno de Coaña. Tomó la palabra en representación de los mandatarios locales la alcaldesa de Tapia, Ana Vigón, quien expuso que el consistorio tapiego alegó en contra del proyecto por ir en contra del modelo productivo local y del futuro que desean para el concejo y, también, por no tener cabida en el actual Plan General de Ordenación. “Esta reunión ha marcado un antes y un después. Se ve que el proyecto minero de Salave no es algo que afecta solo al concejo de Tapia, sino a toda la comarca y a todos sus sectores productivos”, defendió Vigón.
La plataforma Oro No, que canaliza desde el principio la oposición vecinal a la mina, también estuvo presente y expuso las particularidades de un proyecto que consideran “devastador” para el territorio. Ejerció de portavoz Eduardo Cando, quien aplaudió que cada vez sean más los colectivos que se unen a una lucha de años que, admiten, nunca contó con tantos apoyos explícitos: “Cada vez más entidades se dan cuenta de que el proyecto puede afectar mucho a todo el Occidente y a las vidas de la gente. Es el comienzo de un camino que va a ser largo, pero vamos a estar en la lucha hasta el final”.
