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La región de Meta, en Colombia, se fija en el modelo de turismo rural de Taramundi

El consultor Luis Valdés presentó en unas jornadas en el país americano el ejemplo de la localidad del Occidente: “Es una cuna turística nacional”

Ambiente de turismo en Taramundi.

Meta es una boscosa región de Colombia –a solo cien kilómetros de la capital Bogotá– que hasta hace poco tenía buena parte de su territorio cerrado a cal y canto para el turismo. La guerrilla era la que mandaba en sus bosques y repelía a cualquier visitante. La puerta se abrió en 2017 –gracias a la firma de paz en el país latinoamericano– y ahora esa región busca referentes en los que fijarse para un renacer turístico. Una de las zonas en las que ha puesto sus miras es Taramundi. Luis Valdés, presidente de Global Consultoría y Turismo, presentó hace unos días en un congreso celebrado en aquella orilla del océano Atlántico la experiencia de esta localidad del occidente asturiano que, gracias a la unión vecinal y el Ayuntamiento, se convirtió en la “cuna del turismo rural de España”.

Las autoridades turísticas colombianas, apunta Valdés, tomaron buena nota de la experiencia de Taramundi y mostraron un gran interés por exportar la experiencia. El empresario asturiano relató, ante un nutrido auditorio, la manera en la que se rehabilitó la Casa Rectoral de este concejo asturiano allá por la década de los ochenta para convertirse en el primer núcleo de turismo rural de España. “Aquello se hizo respetando el medio ambiente y usando los elementos tradicionales y característicos de la zona como son la madera, la piedra y la pizarra”, dijo.

Pero aquella había sido la primera piedra. “De la combinación de la naturaleza y las costumbres surgieron las rutas de senderismo, la artesanía y el turismo, dándole vida a la Taramundi actual, que no es más que la fusión de lo tradicional con lo moderno, en una conjunción casi perfecta”, destacó. Meta –o sus autoridades turísticas– quiere tomar nota para su despegue turístico. O, al menos, para comenzar a atraer visitantes tras el golpe de la pandemia, que frenó en seco su expansión. Precisamente, las jornadas en las que participó Valdés tenían por objetivo analizar cómo será el turismo en la época posterior al coronavirus. Sobre esto aseguró que “en este contexto es fundamental recuperar la confianza de una sociedad ávida de volver a hacer las maletas y viajar, pero todavía temerosa tras el ‘shock’ sin precedentes que nos llevó a confinamientos y cierres de fronteras impensables”. A juicio de Valdés, el coronavirus ha dejado una modificación del comportamiento de los viajeros y ha revivido temores que parecían “enterrados hace generaciones”. Ahora está creciendo el interés por el turismo sostenible, entiende el empresario. Y de ahí regiones como Meta y Asturias pueden sacar una buena tajada.

De vuelta al ejemplo de Taramundi, Valdés aseguró que es un “caso que se estudia en las facultades por su singularidad. En 35 años ha pasado de ser un núcleo ganadero a que el 50,23% de su empleo esté ligado al sector servicios”. Solo en 2019 –el año previo a la pandemia– la oficina de turismo de la localidad recibió 23.628 consultas. Mientras que este verano (solo en tres meses) la misma oficina recibió 18.000 consultas. También apuntó Valdés que la estancia media de los turistas en el municipio pasó de tres días a cuatro. Un éxito a exportar.

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