Los padres de los 28 alumnos de la escuela de Santa Eulalia, perteneciente al colegio que agrupa a los centros de las tres capitales de los Oscos, han decidido que los niños no acudirán más a clase hasta que el Principado sustituya definitivamente al cocinero del centro, al que acusan de haberse presentado ebrio a trabajar en el mes de febrero de 2020.

Tras encadenar sucesivas bajas y días de vacaciones, según las familias, “ahora se presenta de nuevo a su puesto de trabajo y no vamos a permitir que nuestros hijos acudan al colegio si está esta persona”, afirma la portavoz de los padres, Lourdes de la Rosa.

Los padres están dispuestos a no llevar a sus hijos al colegio hasta que el gobierno regional no resuelva esta “lamentable” situación. “Nos dan vueltas, pero no toman la decisión que deben tomar”, critica De la Rosa, quien asegura que “una persona que bebe alcohol en su puesto de trabajo no puede trabajar y menos con niños”.

El centro acumula, según las familias, numerosos expedientes a este trabajador, quien lleva quince años haciendo la comida a los escolares. En febrero de 2020 fueron los padres los que decidieron actuar. “Todo esto nos genera mucha inseguridad y creo que nuestro miedo es comprensible”, manifestó De la Rosa , quien añadió que en uno de los episodios más calamitosos de los vividos en el colegio fue una jornada en la que el cocinero insultó a otras compañeras delante de los escolares.

Las familias acudieron en un primer a momento a la Consejería de Educación para exponer el problema, pero la contratación del personal que no es docente no depende de este departamento, según De la Rosa. “Con la pandemia tampoco nos reciben y este problema se alarga”, destaca. “No se puede ir a un centro educativo y ver a una persona ebria y perdiendo los papeles”, añade la portavoz de los padres. Las familias están dispuestas a mantener su protesta, sin límite de tiempo, hasta que la plaza de cocinero la ocupe otra persona o el titular tenga en todo momento a otro trabajador pendiente de sus tareas.