La empresa maderera que estos días está acometiendo una tala en el entorno de los Lagos de Silva (Tapia), en montes propiedad de la minera Exploraciones Mineras del Cantábrico, ha salido al paso de las críticas vecinales por una supuesta mala praxis. Defienden su actuación como “profesionales del sector” y dejan claro que los trabajos no han podido ser finalizados a consecuencia de la huelga del transporte.

“No abrimos ninguna vía de saque nueva, no cortamos ninguna especie que no estuviera autorizada (...), no hubo destrozos en zonas encharcadas, las vías de saque se repararán todas y los posibles restos de corta que pudieran haberse caído en zonas donde no podrían estar serán retirados”, señala la maderera ribadense, molesta por las críticas de vecinos y de la plataforma Oro No, que denunció irregularidades en esta campaña de “saneamiento y mejora del bosque”.