La Comisión Europea dio el mes pasado el primer paso para crear un sistema de indicaciones geográficas que daría a los productos industriales o artesanales una protección similar a la que tienen otros artículos del sector agroalimentario. Esta medida, tal y como subrayó este viernes el eurodiputado Jonás Fernández, ofrece un marco legal para conseguir la histórica demanda de dar protección al cuchillo y la navaja de Taramundi
“Estamos estudiando la posibilidad de dar un empujón a esta propuesta que desde Taramundi llevan pidiendo desde hace muchos años. Se abre una ventana para conseguir el reconocimiento institucional para productos que, como la navaja de Taramundi, necesitan una protección”, subrayó Jonás Fernández.
La propuesta de la Comisión aún tiene que recibir el visto bueno de la Eurocámara y de los Estados miembros, pero Bruselas espera que esté en vigor en 2024 y confía en que podrían acogerse a este sistema unos ochocientos productores de toda la Unión. El sello busca proteger a los productores frente a las falsificaciones y ayudarles a comercializar su trabajo, así como a preservar saberes ancestrales que siguen generando puestos de trabajo en pequeñas regiones.
