Los restos de las dos fragatas hundidas en 1719 en la bocana de la ría del Eo permanecen intactos, prácticamente igual que cuando fueron descubiertos en el año 2007. Este pecio, compuesto por varios cañones, fue supervisado ayer en una operación conjunta entre la Comandancia Naval de Gijón y la dirección general de Patrimonio del Principado.
El comandante de la Unidad de Buceo de Ferrol, Ángel Lozano, explicó que se trata de una “inspección rutinaria de seguridad” para garantizar que los restos se encuentren en buen estado y no hayan sido víctimas de expolio. Junto a los buzos de la Armada estuvo la arqueóloga subacuática asturiana María Noval. “Se trataba de ver que todo está en orden y lo está. Está en las mismas condiciones”, precisó la experta, formada como buzo científico. Noval defiende el pecio de la ensenada de Llan como “un yacimiento de primer orden”, al que debería, añade, darse la misma importancia que a cualquiera de los que existen en tierra, ya sea una cueva o un castro.
Por su parte, el director de Patrimonio, Pablo León, explicó que el Principado está estudiando cómo preservarlo y divulgar su historia, partiendo de la base que la preferencia es su mantenimiento in situ. Hay varias opciones como la señalización en tierra o la realización de inmersiones. Esta opción la defiende la Federación Española de Actividades Subacuáticas que quiere crear en Arnao un parque arqueológico subacuático.