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Carmen Menéndez Periodista deportiva, pregona hoy las fiestas del Avellano de Allande

"El gen allandés lleva pasión, pero a veces es excesivamente prudente y comedido"

"Recuerdo que el reguetón ya lo teníamos de moda aquí hace treinta años gracias a los emigrantes que venían en verano y bailaban tan bien"

Carmen Menéndez, en los Juegos Olímpicos de Tokio. | R. S. A.

La periodista deportiva Carmen Menéndez (1964) pregona hoy las fiestas de Nuestra Señora del Avellano de Pola de Allande, en su concejo natal. Será a las 21.00 horas desde el balcón del Ayuntamiento, tras lo que se dará a conocer a los «reyes» y «reinas» de los festejos, para terminar con verbena y la descarga de la peña femenina «Asgaya». Menéndez, que estudió para banca tras pasar por los colegios Amor de Dios y Dominicos de Oviedo, ha dedicado a la comunicación una exitosa carrera profesional que la ha llevado a cubrir los Juegos Olímpicos de Atenas y Pekín, y a acudir a Tokio dirigiendo el gabinete de la Real Federación Española de Piragüismo. «He tenido la suerte de trabajar con deportistas y profesionales de la comunicación de gran nivel, muchos de ellos asturianos», dice.

–¿Qué es Allande para usted?

–En mi caso, creo que es un poco la vinculación que mantengo con el concejo por el tema ganadero. Soy de familia muy ganadera, de Casa Vitoria de Villavaser. Somos tremendamente apasionados y siempre digo que soy nieta, hija, hermana y madre de ganaderos. Mi hijo trabaja en comunicación pero lo es de corazón. Históricamente, de generación en generación, hubo ganado y eso llega hasta la actualidad.

–¿Qué recuerdos tiene de las fiestas

–Como soy de casa ganadera y hay mucho trabajo no estuve demasiado en las fiestas. Recuerdo que bajábamos un rato, pero un rato y no el día entero. El recuerdo más positivo que tengo es de cuando era joven. A Allande, que es tierra de emigrantes, venían muchos emigrantes en verano y bailaban tan bien...En Allande el reguetón, la música que se lleva ahora, estaba de moda ya hace treinta años. Tenía cuatro primos en Santo Domingo y, cuando venían, no les dábamos tregua, no les dejábamos descansar. Eran unos bailarines excelentes.

–¿Cómo afronta el encargo y de qué tratará su pregón?

–Estoy muy agradecida por el pregón y también, por supuesto, por lo bien que me fue en este tiempo. Sobre todo, por ese legado que me gusta tanto, la tradición de mi casa y lo que intenté llevar a mi vida y al trabajo también, gracias a tantas personas que me dejaron poso. Cuento un poco la impresión que tengo y el concepto de cómo son los allandeses. Trasladar esa alegría tan enorme que tengo. Me resulta muy agradable esto, aunque me resulta muy difícil decir todo lo agradecida que estoy, el ser una persona merecedora de este honor. También hablo de Villavaser y de cómo me inicié en la comunicación.

–Entonces, ¿cómo son los allandeses?

–Creo que lo que nos caracteriza es la honradez, el trabajo, la perseverancia y la pasión. Son una riestra de valores a los que los allandeses, especialmente a los que permanecieron aquí, les permitió sobrevivir y afrontar con entereza una vida de sacrificio en el campo. A los que nos fuimos, nos ha hecho un gran favor para desenvolvernos dignamente y, en algunos casos, con mucho éxito en tantísimos lugares. Además, el gen allandés, a veces, es excesivamente prudente y comedido. A mí lo único que me distingue es haber sido una auténtica apasionada de un ámbito como es el deporte y la comunicación.

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