Las obras y reformas están a la orden del día, generando a diario toneladas de residuos y escombros que, en muchos casos, no se sabe donde pueden depositarse. Para cubrir este nicho de mercado y satisfacer una alta demanda de las empresas del Occidente asturiano, así como de particulares, el pasado 1 de agosto se puso en marcha RCDs del Principado, ubicada en Jarrio. Concretamente, en el polígono Río Pinto (fase I-II), junto a las instalaciones de la ITV. Al frente de la empresa, la primera de la zona en dedicarse a la transferencia y gestión de RCDs, que además cumple con todas las normativas medioambientales y cuenta con todas las licencias necesarias para su actividad autorizadas por el Gobierno del Principado, está Juan José Rodríguez Bousoño, quien también es propietario de una empresa de excavaciones y contratas, y quien llevaba ya una década "dándole vueltas en la cabeza en como diversificar los servicios que podría ofrecer a la gente", destaca.

Y tras observar las necesidades de la gente, de las empresas de construcción de la zona, de la sociedad y de las nuevas tendencias de reciclado, hace siete años decidió embarcarse en esta nueva andadura. Un tiempo en el que, cuenta, le ha otorgado gran conocimiento sobre las leyes, normativas y marcos vigentes. Su intención era haber puesto en marcha la empresa antes, pero las circunstancias no le acompañaron. "La pandemia que sufrimos atrasaba la fecha de apertura y por su puesto la consiguiente subida de precios a los que todos nos vimos afectados de una manera u otra. Pero sin dudar un segundo me quedo con que han sido años donde conocí a gente altamente cualificada y bajo mi punto de vista de los mejores cada uno de ellos en sus respectivas tareas y desempeños", cuenta.

Entre las principales virtudes y ventajas que ofrece la gestión de residuos RCDs son el reaprovechamiento de residuos y materiales para su nueva puesta en el mercado con costes inferiores a materias primas de nueva producción y velar por el cuidado del medio ambiente. "Queremos ser una empresa que facilite trámites a las empresas y particulares que así lo consideren oportuno pero sobre todo queremos dar total transparencia en nuestra forma de actuar ya que las normativas que rigen en el Principado son bastante más exigente que en otras regiones. Estas mismas exigencias hacen que todos los usuarios de las instalaciones puedan contar con una mayor seguridad y se pierda un poco el miedo a lo desconocido. Se mejora la economía circular a nivel interno dentro de la comarca y de la autonomía, se crean puestos de trabajo y demás beneficios resultantes para la sociedad", destaca Rodríguez Bousoño.