La virulencia de los incendios forestales de octubre de 2017, que afectaron especialmente a los concejos del Suroccidente y llegaron a provocar que un lunes "no amaneciese" en Asturias debido al intenso humo, demostró que los fuegos agresivos e imprevisibles amenazan con ser cada vez más habituales, pudiendo ocasionar el colapso de los servicios de Protección Civil. Ante este panorama, el grupo de desarrollo rural Alto Narcea Muniellos, con la colaboración del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, en concreto de los parques de bomberos de Tebongo y de Ibias, ha realizó un análisis de la situación en Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, constatando que 71 de los 391 pueblos que suman los tres concejos están en riesgo de sufrir un incendio. Además, solo el 0,03% de los núcleos situados a más de media hora del parque de bomberos de Tebongo disponen de infraestructuras de autoprotección, cuando el tiempo medio de respuesta de los servicios de emergencia en esta zona es de 40 minutos, estando por encima de una hora en bastantes casos.
Los vecinos participan en talleres de prevención impartidos por bomberos
El estudio, que recoge una propuesta de inversión de 189.141 euros para reparar y complementar las infraestructuras contra incendios de los pueblos más alejados del parque de bomberos y de aquellos a los que no puedan llegar los camiones, evalúa la situación concreta de 288 núcleos. Del total, se comprobó que 226 no tienen ninguna infraestructura básica contra el fuego y que hay 58 en peligro de que un incendio forestal pueda afectar al propio pueblo, lo que se conoce como riesgo de interfaz.
Las 62 localidades restantes disponen de una dotación básica de autoprotección, aunque solo doce tienen un equipo completo. Es decir, bocas de riego operativas, mangueras y lanzas.
"En mayo se hizo una jornada informativa sobre incendios, en la que participaron expertos, y se llegó a la determinación de que esta zona es de alto riesgo y que hay que adoptar medidas, porque pueden aparecer incendios de cuarta y quinta generación que supongan el colapso de los servicios de Protección Civil", explica Belén Liste, gerente del grupo Alto Narcea Muniellos.
A partir de los datos recogidos y del escenario futuro que visualizan los expertos, se decidió impartir unos talleres sobre prevención y manejo de incendios en pueblos que contasen con un sistema de autoprotección y con riesgo de interfaz, así como en aquellos que lo demandaron. De este modo, se llevaron los talleres a Gillón, Moal y Santa Eulalia, en Cangas del Narcea; Sisterna y El Bao, en Ibias, y El Rebollar, en Degaña. Además, se impartieron cursos de primeros auxilios en once localidades de los tres concejos, priorizando a las más alejadas de los servicios de emergencia y a las que cuentan con una comunidad activa.
El objetivo es "dar una respuesta eficaz ante una emergencia antes de que llegue la ayuda profesional", apunta Liste. Las medidas formativas se complementaron con folletos informativos que se repartieron por los tablones de anuncios de los pueblos, a fin de lograr la mayor difusión posible de las medidas de autoprotección.
El proyecto, que fue seleccionado dentro de la convocatoria de Medio Ambiente 2021 de CaixaBank y que recibió una dotación económica de 10.000 euros, también sirvió para entregar a los bomberos un mapa que recoge la situación en la que se encuentran todos los pueblos de la comarca en cuanto a equipamiento y accesibilidad, así como para que los ayuntamientos conozcan las necesidades y las medidas que se pueden aplicar para solventar algunas de sus carencias.
Las conclusiones de este estudio se presentan hoy a los alcaldes de la comarca, así como a los consejeros de Presidencia y Medio Rural.
