Cangas e Ibias instalan en los viñedos aparatos que avisan del riesgo de enfermedad en las vides

La tecnología, que funciona a partir de una estación meteorológica, ayudará a los viticultores a prever posibles problemas fitosanitarios

José María Martínez, con la bomba de trasiego en su bodega. | D. Á.

José María Martínez, con la bomba de trasiego en su bodega. | D. Á. / D. ÁlvarezD. Álvarez

D. Álvarez

Los viticultores de Cangas del Narcea e Ibias cuentan con una nueva herramienta que les ayudará a prever la aparición de enfermedades fitosanitarias y, por lo tanto, a actuar para intentar que afecten lo mínimo posible a sus viñedos y su cosecha. Se trata de una estación meteorológica (hay ubicada una en un viñedo de cada concejo) que genera avisos ante el riesgo de aparición de hongos. Un servicio que pone a disposición del sector la dirección general de Agroalimentación del Gobierno de Asturias, a través de la Sección de Sanidad Vegetal y en coordinación con el técnico de ATRIA (Agrupamiento de Tratamientos Integrados en Agricultura), que asesora a buena parte de los viticultores agrupados en la Asociación Vino de Calidad de Cangas.

Tras la pérdida de producción que sufrieron muchas de las parcelas de viñedo de Cangas del Narcea e Ibias por las enfermedades causadas por los hongos, que proliferaron gracias a las condiciones climáticas marcadas por las altas temperaturas y la humedad en primavera, los viticultores se reunieron con su técnico y decidieron pedir ayuda para intentar atajar el problema de cara a próximas cosechas. "Vinieron del departamento de Sanidad Vegetal a hacer una valoración de lo que estaba ocurriendo en el viñedo y vieron que esta herramienta puede ayudar en la previsión de enfermedades, además el clima está siendo cada vez más extremo y más favorable a su aparición", explica José María Martínez, presidente de la Asociación Vino de Calidad de Cangas.

Las estaciones ya están colocadas y están recogiendo datos, los avisos empezarán a darlos a partir de marzo y abril. "Tenemos todas las esperanzas puestas en ello", apunta Martínez, que asegura que además del conocimiento personal es importante contar con medios técnicos que ayuden a tener más precisión.

"Al final las enfermedades se desarrollan con unas condiciones ambientales que no las vemos hasta que no tenemos el problema. Esta estación nos va a dar la oportunidad de prever y adelantarnos o al menos no llegar tarde a un problema", matiza.

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Hace dos meses que se cerró la campaña de vendimia en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Cangas y los viticultores ya empiezan a volver a las viñas para comenzar a prepararlas para la producción de 2023 con los trabajos de poda. Un momento decisivo en el cuidado de la vid ya que según explica el viticultor, bodeguero y presidente de la DOP, José María Martínez, se trata del inicio de la cosecha. "Es un trabajo importante porque decides qué producción quieres y cómo la quieres, estás seleccionando la producción de 2023 y dejando testigo para la siguiente, es el momento en el que empezamos a mimar la cosecha de 2023", detalla. En bodega el trabajo de elaboración de los vinos tampoco se detiene. Una vez que la uva entra en los depósitos y fermenta, se separa la parte sólida, el magayu, del vino y se traslada el vino solo a un depósito donde empieza la decantación para ir eliminando las impurezas. Llegado el mes de diciembre es cuando se inician los trasiegos del vino, que en función del bodeguero y el tipo de vino que busque se inicia antes o más tarde y realiza un número u otro. Lo más habitual es que al menos se realicen tres trasiegos, proceso que consiste en cambiar de recipiente el vino después de haberle inducido frío para su clarificación. "Se suelen hacer tres trasiegos, que son los pasos previos a la clarificación final del vino, que se produce justo antes del filtrado y embotellado", explica Martínez, que en su caso ya ha realizado esta semana el segundo trasiego.

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