"La casa mágica" cumple un lustro en Miou (Vegadeo): "La gente alucina cuando la ve"

Sabina Rodríguez decora cada Navidad el jardín de su hogar, que recibe miles de visitas y se ha hecho famoso en la comarca

Tania Cascudo

La dominicana Sabina Rodríguez ha logrado convertir la pequeña localidad veigueña de Miou en punto obligado de visita cada Navidad. Desde hace cinco años, con ayuda de su marido, Esteban Álvarez, y sus hijos, Andy y Sabrina, transforma el jardín de su domicilio familiar en "La casa mágica navideña", un lugar cargado de luces y rincones con encanto que busca contagiar la ilusión de estas fechas. "La gente alucina cuando nos visita", señalan ambos.

La casa mágica encendió las 20.270 bombillas que la iluminan el pasado noviembre y ya ronda las 2.000 visitas. "Esto va a más cada año. Tratamos de hacer cosas nuevas y superar el anterior", explica esta familia de Miou. Todo partió de la nostalgia que Sabina, que lleva casi dos décadas afincada en Vegadeo, sentía al recordar las Navidades en su República Dominicana natal. Cuenta que allí las fiestas se viven de modo más intenso: la iluminación navideña se estrena en septiembre y todo el mundo se vuelca con la decoración. Dicho y hecho. Convenció a su marido, fontanero de profesión, y comenzaron a decorar el jardín con materiales reciclados, desde ruedas a tuberías de calefacción que se transforman en escenarios mágicos. "Vamos recogiendo cosas todo el año", relatan.

Paisajes nevados, pingüinos, figuras de gran tamaño y mucha luz destacan en la puesta en escena

La idea recibió un impulso el año de la pandemia, cuando se plantearon hacer algo más ambicioso pensando especialmente en dar una alegría a los niños en tiempos difíciles. Ahora, con ayuda del boca a boca, no paran de recibir visitas y cada año su propuesta es más conocida en la zona y en toda la comarca.

En el jardín de este matrimonio hay escenas muy variadas, desde una casita de jengibre a la recreación de un paisaje nevado con osos y pingüinos. También hay un photocall dedicado a Papá Noel y un portal de Belén. Entre las novedades de este año está una réplica de la fachada de la iglesia de Vegadeo, que sirve para recaudar fondos para la reparación del templo. Muy cerca hay un pozo de los deseos, donde los visitantes dejan monedas que contribuyen a costear la factura eléctrica de esta familia en los dos meses que mantienen abierta "La casa mágica". "No pedimos nada, pero mucha gente nos da donativos para ayudar y que no paremos. Los vecinos nos apoyan, están contentos porque esto da vida al pueblo", señala Sabina.

Sabina posa en el jardín de su casa navideña.

Sabina posa en el jardín de su casa navideña. / T. C.

Este montaje navideño juega para ella un papel terapéutico, pues acaba de ser diagnosticada de siringomielia, una enfermedad sin cura que le causa fuertes dolores y complicaciones médicas. Por eso, este año ha incluido en su jardín un apartado para concienciar sobre esta dolencia y reivindicar más investigación para hallar una cura. "Esto me ayuda a no deprimirme y, mientras pueda, seguiremos con la casa mágica", señala.

Esta familia de la localidad veigueña de Miou no se limita solo a decorar, sino que también animan su jardín recibiendo a los visitantes disfrazados con vestimentas navideñas y festivas y organizando actividades como pintacaras. Su casa se ilumina cada día a las seis de la tarde para que la magia de la Navidad siga viva en Vegadeo.

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