Costas advierte de que la actuación para retirar el argayo que corta el acceso a las playas de Luarca será de "envergadura" y confía en iniciar las obras en "dos o tres semanas"

El acceso a las playas de Luarca permanecerá cortado para peatones y vehículos un tiempo de momento indefinido por el argayo ocurrido el pasado 14 de este mes de enero y en el que se estima que se desprendieron treinta toneladas de material. La Demarcación de Costas en Asturias, organismo dependiente del gobierno central y de quien depende el contrato de la futura obra, reconoce que se hará una actuación de envergadura y que, hoy por hoy, tiene dos problemas. Por un lado, deben cesar las lluvias, ya que los trabajos «sobre un terreno mojado son más difíciles y más peligrosos», indican los portavoces de Costas. Por otro, «hay que contar con una empresa muy especializada en estas tareas, cuya disponibilidad no siempre es sencilla». Pese a ello, la estimación es que la actuación empiece «en dos o tres semanas». Lo que todavía no se puede concretar es cuánto durarán los trabajos, ya que todo depende de los estudios previos que haga la empresa encargada de subsanar las deficiencias. 

Las fuentes consultadas apuntan que el riesgo de desprendimiento es grande, ya que la malla de protección donde se produjo el argayo soporta «tensión y peso». El Ayuntamiento de Valdés se encargará de señalizar la prohibición de pasar tanto para peatones como para vehículos hasta que empiece la obra y, en caso de ser necesario, durante su ejecución.

En la actualidad, tres vallas cortan el acceso al paseo de las playas, muy transitado, desde el puente de Marchica, y un letrero informa de la prohibición de pasar. En caso de hacerlo, la multa por obviar la señal asciende a 200 euros, según la Policía Local de Valdés. 

Con todo, el Alcalde, Óscar Pérez, indica que no hay fechas para abrir el paso, pese a las quejas de las personas que habitualmente pasean por esta zona de la villa y de los usuarios de los estacionamientos. «Es una molestia importante, pero peor sería tener que lamentar daños», indica el regidor, convencido de que hay que esperar los tiempos que sean necesarios para ganar en seguridad. 

El geólogo y profesor de la Universidad de Oviedo, Carlos López, quien también es concejal del PP en Valdés, advierte del peligro que supone en la actualidad transitar por la zona, especialmente entre el lugar donde se produjo el argayo y donde empieza la zona verde de la playa Primera. Detalla que, en vista de lo ocurrido, lo idóneo sería hacer «un proyecto nuevo de estabilización del acantilado", porque las protecciones "ahora mismo tienen muchas deficiencias". Para López, que es especialista en estabilización de taludes, habría que «sanear los bloques sueltos y los que están desprendidos y retenidos por la malla». «Es necesario ‘bulonar’ y colocar redes de cables en varias zonas, poner mallas dinámicas y otras mallas justo donde empieza la zona verde de la playa Primera», afirma el experto, quien apunta que las mejoras no deberían quedarse ahí. Más bien se tendría que intervenir en todo el conjunto. "Hay que poner redes y estabilizar donde la playa Segunda, entre las escaleras de acceso a los Jardines de la Fonte-Baxa y donde empieza el muro que va hacia la playa Tercera", señala. Otra acción "necesaria", a juicio del geólogo, es tensar las mallas dinámicas horizontales "que están tirando de bloques que se pueden caer".