Relevo al frente de un referente de Luarca: la Cofradía de San Timoteo renueva su directiva después de treinta años

La Cofradía de San Timoteo, encargada de la organización de las fiestas patronales de Luarca, cambiará este mes de directiva. Antonio Álvarez “Tono”, que lleva al frente del colectivo unos treinta años, y los miembros de la junta directiva que lo acompañan han decidido dejar sus cargos en la asociación por “el cansancio acumulado de tantos años”, según asegura el ya presidente en funciones, Diego López, que también forma parte de la directiva saliente. “Creemos que es necesario que cojan las riendas otras personas, a nosotros nos llega la hora de dejarlo”, añade.

A mediados de mes está previsto que se celebre la asamblea de socios de la Cofradía, en la que se presentarán las cuentas de los últimos años y se hará la renovación de los cargos. En el caso de que haya un solo candidato, ya quedará designado como nuevo presidente. Si se presentan más propuestas, habrá que realizar una votación, que, según señala López, se podrá realizar en ese mismo momento a mano alzada. La idea es que, tras la asamblea, la cofradía cuente con una nueva directiva para ponerse a trabajar en las próximas fiestas de San Timoteo, que se celebran a mediados de agosto.

Diego López no tiene ninguna duda de la continuidad de la cofradía, a pesar de que la directiva saliente lleve muchos años en el cargo. Así, confía en que entre los socios habrá candidatos para ponerse al frente del colectivo que suma unos 3.400 miembros y cuenta con más de un siglo de antigüedad, ya que data de 1910.

De hecho, López apunta que, a lo largo de las décadas, cada cuatro años se planteaba en asamblea la renovación de la directiva, pero que no fue hasta hace cuatro años cuando hubo dos candidaturas, dando los socios el apoyo a Antonio Álvarez “Tono” y a su equipo para continuar con el trabajo.

El anuncio de la salida de la histórica directiva de la Cofradía de San Timoteo coincide con un problema económico que podría acabar en los tribunales. Según explica el presidente en funciones, un miembro de la directiva, encargado entre otras funciones del cobro de recibos, “no entregó un dinero y se lo reclamamos amistosamente, pero nos encontramos que él nos denunció a nosotros”. En un principio, optaron por no presentar ningún tipo de denuncia, sino hacerlo por medio del acuerdo. “Actuábamos de buena fe y para que tuviese una salida amistosa, sin tener que llegar a la denuncia y a juicios, pero a la vista de la determinación que tuvo él, nosotros también lo denunciamos”, explica López. “La decisión de dejarlo estaba tomada, independientemente de que después haya surgido este problema”, añade.