Absuelto el tinetense de causar con una chispa de su quad uno de los fuegos del "día que no amaneció"

“Fue una sensación de impotencia y rabia al tener que demostrar mi inocencia de algo que no hice”, explica el conductor

La Audiencia Provincial absuelve al tinetense acusado de causar accidentalmente uno de los incendios que quemaron el Suroccidente asturiano el domingo 15 de octubre de 2017 y que provocaron que al día siguiente no amaneciese en Asturias. Ahora, un año después de haber sido condenado por "imprudencia grave" por el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo a seis meses de prisión y al abono de 66.294 euros, entre multas e indemnizaciones, la Audiencia estima el recurso de la defensa y declara la "libre absolución".

Con esta sentencia, que ya es firme, F. G. Á., quien prefiere identificarse tan solo con sus iniciales, cierra un episodio de cinco años marcado por "la impotencia y la rabia de tener que demostrar mi inocencia de algo que no hice". Recuerda que ese domingo 15 de octubre de 2017 hacía calor y decidió salir a dar una vuelta con su buggy después de comer. La elección del trayecto que realizó fue aleatorio y le llevó a la zona del alto de la Marta, en Allande, pasando por el lugar donde esa misma tarde se inició un fuego. "Simplemente coincidió que pasé por el sitio preciso en el que me pudieron incriminar, cuando lo único que hice fue dar un paseo", recalca.

Le acusaban de haber provocado un incendio al saltar unas chispas del tubo de escape del buggy, causando un fuego de 557 hectáreas. Una acusación que tuvo que desmontar aportando informes de un perito mecánico y otro forestal. Fue un guarda el que lo ubicó en la zona. Sin embargo, según explica la abogada que llevó su defensa, Patricia Tartiere, "solo dijo que había visto el vehículo, nunca que de él saliesen chispas, ni hubiese una acción-reacción entre el paso del buggy y el inicio de las llamas".

El informe mecánico que aportaron "explicaba que era muy complicado que de un vehículo saliesen chispas al estar fabricados para que no salgan". Y el ingeniero técnico forestal cangués Higinio Acevedo Lago realizó un informe pericial que demostró que "aun saliendo esa chispa del vehículo, era imposible que el incendio se originase en el lugar donde estaba marcado el foco del fuego". También desmontó la valoración realizada del fuego que le imputaban. “Se le estaba atribuyendo además otro incendio que se había producido a las once de la noche y el punto de inicio estaba a 2,7 kilómetros de donde supuestamente se había originado el incendio provocado por el buggy, zona a la que tampoco podía llegar una pavesa porque estaba en la dirección opuesta del viento, según los datos del informe de Seprona”, recuerda el ingeniero, que para mayor asombro veía como en la valoración económica se incorporaban también los gastos del trabajo de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) “que habían intervenido el día anterior en el pueblo de Corondeño”.

Con la absolución de la Audiencia Provincial F. G. Á. confiesa haber sentido una “descarga de tensión” de cinco años “en los que tuve que invertir mi dinero para demostrar mi inocencia”, pero más que el coste económico, lo que le indigna es “ver que me estaban acusando de algo que no había hecho ni siquiera por imprudencia”.