Aristébano no entiende de edades: una valdesana de 66 años y un praviano de 77 protagonizarán la boda vaqueira de este año tras cuatro décadas de relación

María Teresa Pérez Fernández y Víctor Andrés Menéndez del Campo, "muy ilusionados", recuperan el enlace religioso tras el civil de 2022

Los novios, a caballo, en la pasada edición de la boda vaqueira.

Los novios, a caballo, en la pasada edición de la boda vaqueira. / T. Cascudo

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

María Teresa Pérez Fernández, treviense de 66 años, y Víctor Andrés Menéndez, praviano de 75 años, se casarán por el rito vaqueiro el último fin de semana de julio en Aristébano. La pareja tenía pensado hacer una boda religiosa "normal". Cosas del destino: vieron un anuncio de la boda vaqueira un día que paseaban por Luarca y pensaron "¿Por qué no?"

La pareja se puso en contacto con el consejo rector del Festival Vaqueiro y la Vaqueirada y, tras estudiar su candidatura, la respuesta de la organización fue positiva. Los novios presumen de raíces vaqueiras porque cultura vaqueira tienen sus concejos. El padre de la novia fue de Paredes y la madre de Trevías, de donde se siente la protagonista. En el caso de Víctor, el origen de su padre está "en los altos de Pravia". Su madre nació en Lamuño y él pasó su infancia en Villafría (Pravia).

Los años de los contrayentes llaman la atención si se tiene en cuenta la media de edad de las parejas durante el largo historial del festival vaqueiro. Ellos no dan mucha importancia a esta realidad. Su historia de amor se remonta a hace cu años. Se conocieron en Asturias, pero por motivos de trabajo (ella fue técnico de rayos en los hospitales comarcales de Cangas del Narcea y Jarrio, y él empresario de la construcción del Torrevieja) "no coincidió la boda", detalla María Teresa. El novio también se explica con naturalidad. "No nos casamos antes y lo hacemos ahora. Como pareja, estábamos y estaremos bien con o sin boda", explica risueño.

Ahora. esperan entusiasmados "y contentos" la fecha. Ya han alquilado los trajes típicos vaqueiros, explica la novia, y volverán a Trevías para hacer los preparativos a finales de junio. El novio se encuentra estos meses en Torrevieja con sus negocios. Se trata de una empresa de la que, aunque está jubilado, nunca se desvinculó. María Teresa pasa unas semanas en Trevías y prepara el viaje para pasar en Alicante la primavera y el verano. Rehúsa hacerse fotos para presentarse como novia vaqueira. "Cuando llegue el día", apunta.

El Festival Vaqueiro llegará este año a su 63ª. edición. El presidente del consejo rector, José Luis Rodríguez Bueno, detalla que el colectivo recibió en esta edición dos candidaturas. La de María Teresa y Víctor Andrés fue la elegida por ser la primera y cumplir los requisitos. Este año se recupera la boda religiosa, después de la civil del verano de 2022. Habrá misa con sacramento de matrimonio en la explanada de la braña de Aristébano, entre Valdés y Tineo, como es tradicional.

Un momento del Festival Vaqueiro y de la Vaqueirada.

Comitiva con la dote en Aristéboano, antes de la boda vaqueira. / LNE

El presidente del consejo rector apunta que la organización de la boda vaqueira, una de las citas culturales y festivas más importantes del Occidente, tiene "ilusión y ganas". Dinero, poco. El festival se financia en la actualidad con 2.000 euros de la Fundación Caja Rural, 4.000 euros del Ayuntamiento de Valdés y 2.000 euros del Ayuntamiento de Tineo. El deseo del consejo rector es lograr más fondos o apoyos para instalar bancos donde se celebra la comida y merienda. Otra idea es plantar árboles, ya que en jornadas de celebración con sol el calor disuade a los asistentes. La organización de la boda vaqueira también aspira a hacer una exposición sobre el origen y evolución del ritual con fotografías antiguas. En ella se mostrarían los trajes del exalcalde de Luarca, Ramón Muñoz; de la impulsora del certamen, Carmen Martínez ("Carminina"), y del que fuera miembro de la junta directiva del consejo rector Rufino Mansillas, todos fallecidos y personas de vital importancia para la Vaqueirada.

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